CIUDAD DE MÉXICO.- Con grandes pendientes en su gestión, como la presentación de un plan de austeridad para el Senado de la República, el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara alta, Miguel Barbosa Huerta, presentó su informe final al frente de ese cargo.
Para ello, el perredista preparó con antelación la remodelación del Patio Central de la vieja casona de Xicoténcatl, antigua sede del Senado, y literalmente echó la casa por la ventana en su despedida, aunque en su mensaje aseguró que su presidencia se caracterizó por "la transparencia y la rendición de cuentas".
A 12 días de entregar la estafeta al próximo presidente de la Cámara alta (todo apunta a que sea al senador del PAN, Roberto Gil Zuarth), Barbosa Huerta no mencionó una palabra del anuncio que realizó el pasado 30 de enero, en el sentido de acompañar el recorte al gasto que había hecho el gobierno federal con la implementación de un "plan de austeridad" para ese órgano legislativo.
En aquella ocasión, el también líder de los senadores del PRD aseguró que este paquete contemplaría la reducción de viajes de senadores a foros internacionales, así como gastos en alimentos, publicaciones de la Cámara de Senadores, gastos médicos mayores e, incluso, en la dieta que perciben los legisladores.
***
Y en esa misma tónica, el legislador justificó que los excesos de los senadores durante su año como presidente de la Cámara alta --como viajes internacionales, gastos suntuosos en café, comidas, dinero discrecional a grupos parlamentarios, vales de gasolina, gastos médicos, obsequios protocolarios, entre otros-- han sido debidamente transparentados por ese órgano legislativo.
"¡México no es un país de corruptos!", lanzó el perredista a la mitad de su discurso.
El también llamado "senador viajero" cuestionó las notas informativas que han exhibido los gastos multimillonarios de la Cámara de Senadores, y argumentó que ese órgano parlamentario es uno de los más transparentes del Estado mexicano.
"Ha habido señalamientos en los medios de comunicación y dichos señalamientos han sido aclarados a quien ha querido escuchar. Como presidente, recibo de la Secretaría General de Servicios Administrativos una carpeta informativa el mismo día que es publicado algún señalamiento. En todos los casos he quedado satisfecho de ello; de haber sido distinto, se hubiera iniciado la investigación correspondiente", reprochó.
***
Pero antes de despedirse como presidente de la Mesa Directiva del Senado, Barbosa Huerta realizó otro compromiso, la postergada entrega-recepción del recinto parlamentario de Paseo de la Reforma e Insurgentes, a cuatro años de su inauguración oficial.
En su ambiente natural --como centro de los reflectores y rodeado de secretarios de Estado, ministros de la Corte, funcionarios de órganos autónomos, presidentes de partidos, gobernadores y legisladores--, el congresista del sol azteca le dio rienda suelta al protagonismo que lo caracterizó a lo largo de este año de ejercicio legislativo y anunció la entrega-recepción del recinto para el próximo 21 de agosto.
"¡Los quiero mucho a todos!", soltó Miguel Barbosa en el remate de su discurso, que más bien recordó al "¡Los quiero desaforadamente!" que lanzó Andrés Manuel López Obrador el día de su desafuero, en 2005, en el Zócalo capitalino.