CIUDAD DE MÉXICO.- En sesión pública extraordinaria, el pleno de magistrados del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJCDMX) eligió al magistrado Álvaro Augusto Pérez Juárez como su nuevo presidente, en sustitución de Edgar Elías Azar.
El nuevo presidente obtuvo 59 de los 70 votos de los magistrados, un voto menos con el que el propio Elías Azar fue reelecto en noviembre de 2015 para su tercer periodo y que no concluirá.
Y es que Elías Azar renunció al cargo luego de que se anunció su designación como embajador de México ante el Gobierno de los Países Bajos (Holanda), cargo que aún tiene que ser ratificado por el Senado de la República.
Durante la sesión, el aún presidente declaró el triunfo de Álvaro Augusto Pérez Juárez como nuevo titular del Poder Judicial capitalino para el periodo abril 2017-noviembre 2018.
El proceso de elección fue público. Uno a uno, y en orden alfabético, los magistrados depositaron su sufragio en la urna transparente colocada al centro del salón de plenos, y posteriormente se hizo el recuento.
Los magistrados Celia Marín Sasaki y Élfego Bautista Pardo fueron los escrutadores, quienes frente a sus pares hicieron el recuento de los votos y certificaron el proceso de elección.
El magistrado Pérez Juárez requería obtener al menos 40 votos de los 78 magistrados presentes (debido a que uno de ellos no asistió a la sesión).
Previo a la votación, Elías Azar pronunció su último discurso en el que enfatizó que sus compromisos fundamentales y proyectos trazados se cumplieron con la coparticipación de todos.
Asimismo, recordó que recientemente el TSJCDMX pasó de tener un corte tradicional, al mejor modo de los dos siglos pasados, a un Poder Judicial moderno y preparado para el futuro, con la justicia oral implementada, que hoy ya es una realidad en todas las materias.
Puntualizó que todo ello no se hubiese logrado sin el apoyo, compromiso y audacia siempre inteligente del jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Macera Espinosa.
Elías Azar dijo que parte con la satisfacción de ver muchos proyectos y metas cumplidas, aunque con la frustración indeleble de no haber logrado la independencia judicial.