¿La nueva CURP con foto pone en riesgo tus datos biométricos? Esto es lo que sabemos

Tras la aprobación en comisiones del Senado del uso de la CURP con fotografía, ha estallado un debate en redes sobre cuáles podrían ser los riesgos y vulneraciones a la seguridad de los ciudadanos, debido a que las modificaciones a este documento oficial implicarían la recolección de tus datos biométricos.

La propuesta de reforma a la Ley General de Población, impulsada por los legisladores de Morena, establece que ahora la Clave Única de Registro de Población (CURP) deberá tener fotografía, además de tu nombre, apellidos, lugar y fecha de nacimiento, firma y huellas digitales, para convertirse en el documento de identidad de todos los mexicanos.

Sin embargo, hay quienes ya han cuestionado cuál será el uso que el Gobierno le dará a los registros biométricos de cada persona, además de cómo esta política podría representar un riesgo significativo a los derechos humanos y a la protección de datos personales.

CURP con foto podría pedirte hasta el escaneo del iris

Una de las organizaciones en pronunciarse sobre la iniciativa de la CURP con fotografía fue la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), quienes este miércoles expusieron su inconformidad con la propuesta de un documento biométrico obligatorio.

En su sitio web, argumentan que la CURP con foto “esconde graves riesgos para los derechos humanos, tales como la vigilancia masiva del Estado o la exclusión al acceso a servicios públicos.” y acusa a las senadoras Olga Sánchez Cordero y Mónica Fernández Balboa de intentar disfrazar esta iniciativa con la Cédula de Identidad Ciudadana, la cual fue presentada por primera vez en 2021.

En la Cédula, apuntan, se establece que la Secretaría de Gobernación (Segob) podrá compartir la información del Registro “a las demás dependencias y entidades públicas que la requieran para el ejercicio de sus atribuciones”. Lo anterior, sin mencionar cuáles serán estas atribuciones y bajo qué condiciones y con qué salvaguardas se llevará a cabo esta entrega de información.

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Para R3D, son varias las problemáticas que se pueden encontrar en esta iniciativa, entre ellas:

• Ambigüedad en la recolección de datos biométricos, ya que la ley requiere que por lo menos dos datos biométricos sean recabados para la CURP con foto: fotografía, huellas dactilares e incluso la posibilidad del escaneo del iris.
• Alto riesgo de vulnerabilidad de los datos biométricos. Esto debido a que las bases de datos biométricos centralizados podrían quedar vulnerables a ataques informáticos. “Una filtración puede tener consecuencias devastadoras”, apunta R3D.
• La organización también afirma que el registro obligatorio abre la puerta a la exclusión, pues este documento también es un requisito para el acceso a servicios públicos de salud o programas sociales. El no tenerlo afectaría considerablemente la calidad de vida de los ciudadanos.

• De igual modo, se habla de una vigilancia biométrica masiva de la población, pues indica que con la creación de esta base de datos el Estado podría ampliar su capacidad de monitoreo y persecución a opositores, periodistas y activistas.
• Expansión de las capacidades de vigilancia del gobierno. La Red en Defensa de los Derechos Digitales resalta que esta iniciativa no es la única que busca tener alcance sobre el manejo de la información biométrica de la población. En marzo de 2023, diputados también aprobaron la creación del Sistema Nacional de Registro e Identidad, que se vinculará con la base del Registro Nacional de Población.
• Si bien la CURP con foto solo es obligatoria para los mayores de 18 años, el artículo 62 del proyecto de la Cédula de Identidad Ciudadana permite que “la Secretaría de Gobernación recolecte los datos de niñas, niños y adolescentes de manera arbitraria.”, indica R3D.

Finalmente, la Red en Defensa de los Derechos Digitales comparó esta propuesta con la iniciativa del Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil, la cual fue declarada inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en 2022, debido a que consideró que la recopilación masiva de datos biométricos de la población “genera una intromisión intensa al derecho a la privacidad”.