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Así fue el ‘tour’ que ofreció AMLO por Palacio Nacional: ‘Ya no está embrujado’

El recorrido duró una hora mientras el presidente López Obrador dotaba de datos históricos a los visitantes.

¡Pásenle! Fue como el presidente Andrés Manuel López Obrador inició el recorrido que dio a la fuente presidencial por el Palacio Nacional que duró una hora.

El recorrido comenzó por el área no histórica, la cual fue impactada desde hace años y en el sexenio pasado era usada por el hoy extinto Estado Mayor Presidencial.

“Estaba abandonado porque lo dominaba el Estado Mayor Presidencial. Lo que hicimos fue mejorarlo, rehabilitarlo, utilizando los mismos muebles que existían y las pinturas que son propiedad de la Secretaría de Hacienda porque los pintores mexicanos, escultores pagan impuestos entregando obras”, expresó en referencia al Salón Trabajadores de la Salud Pandemia 2020, como nombró a la sala donde realiza cada lunes y jueves la reunión con el gabinete de salud.

El recorrido siguió hacia la sala Ignacio Zaragoza, donde cada mañana, de 6:00 a 7:00 horas, realiza la reunión diaria de seguridad; sin embargo, ya estaba cerrada.

“A ver si traen las llaves, ¿no hay? Dile que la traigan”, comentó a una de las integrantes de la Ayudantía (grupo que lo cuida) mientras esperaba en las escalinatas frente a la sala.

El mandatario mostró las pantallas en las que diariamente visualiza hechos delictivos, compartió que sí hay diferencias en el gabinete de seguridad  pero las decisiones se toman de forma colegiada.

Continuó por la Sala Daniel Cabrera y Los Olvidados, la cual hizo en su administración en homenaje a periodistas y luchadores sociales.

“Los muebles son los que había… Esto es lo único que vino de Los Pinos, es lo único que traemos (incluida la que usó Enrique Peña Nieto y que tiene el Escudo Nacional”.

Aunque el compromiso que hizo con la prensa sólo fue para mostrar esta sala, se animó y mostró la parte histórica, pese a resistencia de personal de Ayudantía: “No, ¡abre!, ¡abre!”.

Mostró el Salón Morisco y el Emperadores que conduce hacia el Balcón Presidencial; recordó como “triste” el haber dado los últimos dos gritos sin público por la pandemia de COVID-19, pero aseguró que el de 2022 será como antes.

Ya en su despacho presidencial posó para la prensa en su silla presidencial, pero, aunque se le solicitó,  no quiso simular contestar el teléfono rojo que permanece en su oficina.

Eso sí, presumió el acta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que lo acredita como presidente constitucional electo: “Esta es legal y es legítima, no es espuria, es de verdad”, comentó entre carcajadas.

Mostró el área donde fue aprehendido el expresidente Francisco I. Madero, hecho del que permanece un balazo en un mueble.

“Yo no sé qué hacían en otros lados los presidentes si aquí está la historia nacional”, expresó frente a un cuadro que rememora la Batalla de Puebla, pero afirmó que no se meterá en el asunto de dónde deben vivir los próximos presidentes.

El recorrido llegó a su etapa final en el Salón Presidentes, donde el mandatario confesó que  a su familia no le gusta habitar el departamento que dejó construido Felipe Calderón: “No les gusta porque aquí es otra cosa, es un museo, es la historia”.

Evitó llegar al pasillo donde están las pinturas de Enrique Peña Nieto, Calderón y Fox, y comentó que “no sé todavía” quien pintará su retrato que eventualmente formará parte de esa galería.

“Cuando estuvo aquí en Palacio, Villa y Zapata, y Zapata no quiso sentarse porque, según los historiadores, expresó que estaba embrujada, yo de manera precavida mandé a hacer una limpia porque tengo científicos y amigos que me cuidan mucho”, recordó entre risas.

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