Mundo

Zuluaga, de la mano de Uribe busca vencer a Santos

Apoyado por el expresidente Alvaro Uribe, Oscar Iván Zuluaga está técnicamente empatado con Juan Manuel Santos; lo acusan de querer sabotear el proceso de paz con la guerrilla de las FARC, pero llevaría al actual presidente a la segunda vuelta electoral.

BOGOTA. Si el presidente Juan Manuel Santos apuesta su reelección al éxito de las negociaciones de paz con la guerrilla, su rival derechista Oscar Iván Zuluaga apuesta por todo lo contrario.

Y en Colombia, eso parece estar funcionando.

El economista de 55 años que defiende la antigua doctrina de mano dura de su padrino político, el ex presidente Alvaro Uribe, aparece cabeza a cabeza con Santos de cara a las elecciones del domingo.

"Nuestra candidatura representa a millones de colombianos que no se arrodillan ante el terrorismo", ha dicho y repetido durante la campaña.

Su escalada en las encuestas es un síntoma de las divisiones en Colombia sobre cómo acabar con un conflicto interno de medio siglo que ha dejado 200 mil muertos.

Y abre la posibilidad de que la elección sea decidida entre él y Santos en una segunda vuelta a mediados de junio.

La campaña de Santos lo acusa de querer sabotear el proceso de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). La prueba, dicen, es un video que muestra a Zuluaga aparentemente recibiendo información de inteligencia militar sobre las negociaciones de paz de manos de un hacker.

Pero el ex ministro de Hacienda de Uribe, que en el video aparece escuchando una presentación con información al parecer clasificada, dice que es un "vulgar montaje político".

Ex compañero de Santos en el gabinete ministerial de Uribe, entre ellos no hay grandes diferencias en política económica. Ambos defienden el modelo liberal y de apertura comercial que convirtió a Colombia en una de las economías más dinámicas de América Latina.

LA SOMBRA DE URIBE

Pero Zuluaga es el candidato de Uribe y su voz amplifica la gran frustración del ex presidente con las negociaciones de paz emprendidas hace 18 meses por Santos con la guerrilla.

El apoyo de Uribe implica un fuerte espaldarazo delante del electorado de derecha, pero también lo coloca bajo la sombra de una de las figuras más influyentes de la política colombiana.

Durante la campaña, Uribe lo acompañó hasta los rincones más remotos de Colombia, buscando animar la candidatura de un hombre de voz monótona percibido en general como poco carismático.

Economista con un posgrado en Universidad de Exeter en Gran Bretaña, Zuluaga cambió el traje por los jeans y el sombrero de vaquero en un intento por conectar con un electorado cansado de guerra y de la despareja distribución de los beneficios del boom económico.

Carteles de campaña muestran al candidato de pobladas cejas señalando con el dedo hacia el horizonte junto a Uribe, que lo escucha.

Z, DE ZULUAGA

Zuluaga intenta sacudir la apatía política de los votantes colombianos con programas sociales para acabar la pobreza que castiga a un 40 por ciento de la población.

Su campaña, que juega con la "Z" de su apellido como si fuera el símbolo del justiciero enmascarado Zorro, propone además más estímulos para la inversión extranjera.

Católico practicante y padre de tres hijos, es un político conservador contrario al aborto, al matrimonio de personas del mismo sexo y también a la legalización de drogas blandas como la marihuana. "Soy un defensor de la vida desde su concepción hasta su muerte", asegura.

Hijo de un humilde cantinero que se convirtió en un exitoso comerciante de café, Zuluaga entró en la política a finales de la década de 1980 como concejal y alcalde de Pensilvania, su pueblo natal en la región cafetera del centro de Colombia.

Para matizar su imagen de hombre duro, durante la campaña sus asesores subrayaron también su lado humano, presentándolo como un hombre común, cálido, amante de la música y el baile.

Ha confesado, por ejemplo, que le gusta acompañar a su esposa al supermercado. Y no sólo eso. "Me gusta mucho ir a la costa, viajar por carretera, recorrer el país, entenderlo", dijo.

También lee: