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Uruguayos votan para presidente en un peleado proceso electoral

Las encuestas más recientes muestran que Vázquez conseguiría al menos un 43 por ciento de los votos y su contrincante conservador un 31 por ciento como mínimo. Si se confirman las cifras, es inevitable una segunda vuelta.

MONTEVIDEO.- Los uruguayos elegían el domingo en comicios presidenciales entre la continuidad de la vieja guardia de izquierda y el renovado rostro de los conservadores, que propone dar marcha atrás con controvertidos proyectos como la producción legal de marihuana.

Los pronósticos aseguran que nadie obtendría la mayoría absoluta necesaria para consagrarse en primera vuelta, y el ex mandatario Tabaré Vázquez, del gobernante Frente Amplio, tendría que medirse en un balotaje a fines de noviembre con su rival conservador, el diputado Luis Lacalle Pou del Partido Nacional.

Vázquez, un oncólogo de 74 años que llevó por primera vez a la izquierda al poder en el 2005, busca consolidar las políticas de su gobierno y las de su sucesor José Mujica, que permitieron una estabilidad económica, recortar la pobreza a menos del 12 por ciento y la aprobación de iniciativas progresistas como el matrimonio del mismo sexo y la legalización de la marihuana.


"Yo voy con el continuismo, con Tabaré, que es un político con experiencia, centrado, que no se olvida de los más humildes y logró poner a tiro el país cuando estábamos mal", dijo Amilcar Paz, un comerciante de 48 años.

A pesar de todo, muchos uruguayos se quejan por los altos impuestos que paga la clase media, el deterioro en el sistema de salud y una mayor inseguridad en las calles del pequeño país ganadero. Tampoco convence a muchos el proyecto pionero en el mundo de legalizar la producción de cannabis.

Capitalizando ese descontento, Lacalle Pou, un abogado de 41 años hijo de otro ex presidente, logró refrescar el anquilosado rostro de los partidos tradicionales para convertirse en la opción de la renovación.

Aunque en reglas generales asegura que mantendrá el rumbo económico que llevó a Uruguay a acumular más de una década de expansión a un ritmo mayor al 5 por ciento promedio anual y reducir el desempleo a mínimos históricos, Lacalle Pou propone mejorar la seguridad y la educación.

Y también derogar la producción y venta de marihuana, una medida rechazada por la mayoría de los más de tres millones de uruguayos, aunque respetando la posibilidad del autocultivo.

"Voy a votar a Lacalle Pou porque ya no quiero al Frente Amplio. Ha hecho mucha cosa y son inteligentes, pero derrocharon dinero en el pobrerío: les dieron el pescado en lugar de darle la caña de pescar", opinó Azur Blanco, jubilada de 85 años.

Las encuestas más recientes muestran que Vázquez conseguiría al menos un 43 por ciento de los votos y su contrincante conservador un 31 por ciento como mínimo. Si se confirman las cifras, es inevitable una segunda vuelta, en la que Lacalle Pou podría lograr el apoyo del tradicional Partido Colorado para convertir el balotaje en la elección más reñida en 20 años.

"El próximo 26 de octubre, pese a quien le pese y no le guste, gana el Frente Amplio y con mayoría parlamentaria", dijo optimista Vázquez en su cierre de campaña en Montevideo ante 250 mil seguidores que vitoreaban su nombre.

Pero las encuestas no solo pronostican una segunda vuelta, además calculan que ninguno de los partidos tendrá una mayoría legislativa, lo que llevaría al próximo gobierno, sea cual fuere, a tener que negociar para impulsar iniciativas.

"No vinimos a quitarle la mayoría al Frente Amplio, vinimos a gobernar ahora y a gobernar bien", dijo Lacalle Pou en su último acto en la localidad de Las Piedras, a 20 kilómetros de Montevideo, donde inició su carrera política.

De acuerdo con la Corte Electoral, unos 2.6 millones de uruguayos están habilitados para votar. El organismo planea dar los primeros resultados oficiales parciales a las 22: horas, tiempo loca.

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