Mundo

Urgen una fórmula viable para Venezuela

El especialista en ciencias políticas e internacionalista, Carlos A. Romero, cuestiona si el presidente venezolano Nicolás Maduro está dispuesto a reorganizar el actual modelo económico del país.

CIUDAD DE MÉXICO.- Más allá del duro impacto que tiene la caída del precio del petróleo en la economía de Venezuela, la crisis por la que atraviesa la nación sudamericana, con una inflación que sumó 64 por ciento en el último año y desabasto de productos básicos, deja en evidencia que el "modelo socialista del siglo XXI", que instauró hace 15 años el fallecido presidente Hugo Chávez Frías, se agotó sin que su sucesor, Nicolás Maduro, "asome" intenciones de reemplazarlo con una fórmula viable, consideró Carlos A. Romero, doctor en ciencias políticas e internacionalista por la Universidad Central de Venezuela.

En entrevista con El Financiero, el académico dijo que ante la situación política, social y económica que enfrenta el gobierno de Maduro, al mandatario no le queda más que aceptar una segunda opción y comenzar a reorganizar el sistema, eliminando el control de cambios, fomentar la iniciativa privada y negociar con la oposición democrática, "aunque ello le represente reconocer una derrota política". De lo contrario, advirtió, se avecina un "choque de trenes que sumirá al país en una crisis más profunda".

¿Estaría dispuesto a hacerlo?, esa es la gran pregunta, puntualizó Romero, porque sin duda Maduro, quien todavía mantiene la fuerza militar, el apoyo de un grupo importante de venezolanos y la indiferencia de la comunidad internacional, está convencido de que puede seguir navegando con el modelo de Chávez, basado en el gasto público sin control y una omnipresencia del Estado en todos los sectores de la economía, a pesar de que hoy ya resulta insostenible.

Es insólito ––manifestó–– que el país que posee las mayores reservas conocidas de petróleo (298 mil millones de barriles, que alcanzan para cubrir su consumo 300 años), tenga tan precarios resultados, se enfrente a un futuro tan incierto y que la escasez sea el pan de cada día de sus más de 30 millones de habitantes; realmente, continuó Romero, el derrumbe de los precios internacionales del crudo sólo ha agravado la situación, pero la crisis real se vive desde el "caracazo" de 1989 con el presidente Carlos Andrés Pérez, por la aplicación de modelos inoperantes.

Destacó, sin embargo, que el cambio no debe lograrse con violencia o la destitución del gobierno de Maduro, como propone la oposición encabezada por Leopoldo López, líder del partido Voluntad Popular, y Antonio Ledezma, alcalde de Caracas (los dos actualmente en prisión), sino por la vía democrática, que puede abrir una puerta en las elecciones para renovar al Congreso, previstas para el segundo semestre.

SOLEDAD TOTAL

"Lo interesante aquí es ver como la oposición se ha reconstruido, después de la soledad total en la que quedó tras el golpe militar de 2002, que depuso a Chávez por 48 horas, de la huelga petrolera de 2002-03, y de la decisión de no participar en las elecciones legislativas de 2005, para convertirse ahora, con la detención de sus principales líderes, en una muralla contra el oficialismo que se ve seriamente perjudicado utilizando métodos frontales que sólo permiten a sus opositores organizarse mejor", expresó Romero, autor de libros como Jugando con el globo; la política exterior de Hugo Chávez (Ediciones B, 2006) y ¿Cómo Hugo Chávez llegó al poder? (escrito con Élodie Brun, Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, 2014).

También lee: