En los últimos meses, Cataluña pasó por un referéndum ilegal, un presidente rebelde y una toma de control por parte de Madrid. El próximo giro podría ser un gobierno vía Skype.
Carles Puigdemont se propone recuperar su cargo de presidente regional después de que su alianza separatista defendió su mayoría en la elección de diciembre. El problema es que hay una orden de arresto emitida en su contra en España.
Después de hacer campaña desde su exilio autoimpuesto en Bruselas, Puigdemont, de 55 años, ahora también quiere manejar desde allí su administración. En tanto el nuevo parlamento se apresta a reunirse por primera vez este miércoles, sus asesores están buscando alguna manera de que Puigdemont asuma sin regresar a Barcelona, la capital regional.
Los separatistas están luchando por llevar adelante su campaña a favor de una república catalana tras tomar el gobierno central el control de la región rebelde en octubre y encarcelar la justicia a varios altos funcionarios. Puigdemont huyó del país después de que el parlamento declaró la independencia e insiste en que sigue siendo el líder legítimo.
"Los partidos independentistas necesitan mantener viva la fantasía como una ventaja durante un tiempo más", dijo Verónica Fumanal, estratega política que ha manejado campañas para el Partido Socialista y Ciudadanos. "Pero al evaluar la actividad cotidiana del gobierno, es ciencia ficción".
Cambio de reglas
El lunes, el presidente Mariano Rajoy dijo que Cataluña no recobrará la autonomía -revocada conforme el artículo 155 de la constitución de 1978- hasta que se instale un nuevo gobierno, agregando que está dispuesto a recurrir a la justicia para frenar cualquier intento de Puigdemont de asumir sin estar presente en el parlamento regional.
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