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Tymoshenko pide al pueblo de Ucrania no bajar la guardia

La ex primera ministra ucraniana y líder opositora Yulia Tymoshenko elogió a los manifestantes muertos en la violencia de esta semana y exhortó a mantener la ocupación de la plaza.

KIEV.- Horas después de su excarcelación, la ex primera ministra ucraniana y líder opositora Yulia Tymoshenko se presentó el sábado ante una muchedumbre extasiada en el campamento de protestas en el centro de la capital, donde elogió a los manifestantes muertos en la violencia esta semana y exhortó a mantener la ocupación de la plaza.

Su discurso ante una multitud de unas 50,000 personas, pronunciado desde una silla de ruedas a causa de los severos problemas de la espalda sufridos durante sus dos años y medio en prisión, fue el último acontecimiento sorprendente en la rápida evolución de la crisis política en Ucrania.

Apenas la víspera, su archirrival, el presidente Viktor Yanukovich, firmó un acuerdo con líderes opositores que redujo sus poderes y convocó a elecciones adelantadas. Poco después el Parlamento, que hasta hace poco había estado controlado por partidarios de Yanukovich, votó en favor de despenalizar el cargo de abuso de poder por el que Tymoshenko fue sentenciada.



En tanto, Yanukovych parecía estar perdiendo poder a cada hora que pasaba. Viajó de Kiev a Jarkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania y una importante base de respaldo para él en el este del país, mientras los manifestantes en la capital tomaban control del palacio presidencial y miles de ucranianos curiosos y desafiantes deambulaban por los terrenos repentinamente abiertos del lujoso complejo en las afueras de Kiev donde se piensa que vive.

En Jarkov, Yanukovich declaró desafiante que consideraba inválidas las acciones del Parlamento y amargamente comparó con los nazis a los manifestantes que protestan hace tres meses.

"Todo lo que está sucediendo hoy es, en gran medida, vandalismo, bandidismo y un golpe de estado", dijo. "Voy a hacer todo lo necesario para proteger a mi país de una secesión, para frenar el derramamiento de sangre".

La modificación en la suerte para Tymoshenko y Yanukovich representa un misterioso eco de la Revolución Naranja de hace una década, las protestas masivas que obligaron a efectuar una nueva votación en las elecciones que nominalmente había ganado Yanukovich. Entonces Tymoshenko atrajo la atención mundial como la más llamativa entre los manifestantes, con su cabello rubio trenzado haciéndola reconocible al instante.

El sábado Tymoshenko se veía al borde del agotamiento y la voz se le quebraba con frecuencia, pero su aptitud como oradora seguía incólume.

"¡Ustedes son los héroes, ustedes son lo mejor de Ucrania!", dijo de los manifestantes muertos en la violencia. El Ministerio de Salud informó el sábado que la cifra de muertes en los choques entre manifestantes y policías, que incluyeron ataques por francotiradores, había llegado a 82.

Y exhortó a los manifestantes a no abandonar su campamento en la Plaza de la Independencia, conocida en ucraniano como Maidan.

"Bajo ninguna circunstancia tienen el derecho a abandonar Maidan hasta que hayan concluido todo lo que han planeado", afirmó.

Tras las protestas del 2004 que llevaron a Viktor Yushchenko a la presidencia, Tymoshenko se convirtió en la primera ministra. Pero cuando Yanukovich ganó los comicios del 2010, Tymoshenko fue enjuiciada por abuso del cargo, una acción considerada en general como una revancha política.

Su llamado a continuar las protestas y la actitud desafiante de Yanukovich dejan en una situación muy inestable a Ucrania, un país de 46 millones de habitantes con una enorme importancia estratégica para Rusia, Europa y Estados Unidos.

Las regiones occidentales de la nación, molestas por la corrupción en el gobierno de Yanukovich, quieren relaciones más estrechas con la Unión Europea y han rechazado la autoridad del mandatario en muchas ciudades, pero las zonas orientales, donde se genera la mayor parte del producto interno bruto del país, favorecen lazos más estrechos con Rusia y en gran medida han apoyado al presidente.

El movimiento de protesta, que comenzó hace tres meses, surgió por la decisión del presidente de rechazar un acuerdo con la Unión Europea a cambio de estrechar las relaciones con Moscú.

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