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Tsipras domesticado, Grecia desiste de su lucha contra la austeridad

El que Grecia aceptara todas las condiciones de su paquete actual, incluyendo el continuar bajo la supervisión internacional, fue calificado por los economistas como una "gran victoria para los eurócratas".

Una "completa" rendición por parte de los griegos. "Gran victoria" para los eurócratas.

Para aquellos que han seguido la crisis financiera de Grecia durante cinco años, no había duda de quién ganaba la última ronda del viernes, cuando los ministros de finanzas de la región llegaron a un acuerdo para mantener el plan de rescate en marcha.

Incluso el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, quien dijo que no "quiere hacerlo más difícil para ellos", concluyó que el primer ministro griego, Alexis Tsipras, tendrá un tiempo "difícil" al notificar el acuerdo en su casa. Esto se debe a que la retórica populista de Tsipras de poner fin a la austeridad fue dominada por el frente unido al que se enfrentaba.

Una "completa rendición política al mundo real", fue como lo denominó Erik Nielsen, economista jefe global de UniCredit Bank AG con sede en Londres. Societe Generale SA y Banco Berenberg, ambos lo calificaron como un "cambio de sentido" por Tsipras, quien ganó las elecciones el 25 de enero bajo la promesa de terminar con el recorte del presupuesto.

"Si el acuerdo se mantiene, sería una gran victoria del sentido común sobre el populismo", dijo Holger Schmieding, economista jefe de Berenberg en Londres, quien recortó su probabilidad de que Grecia abandonara la zona del euro a 25 por ciento desde el 35 por ciento.

La domesticación de Tsipras demostraría que el enfoque de un "amor severo" de Europa está funcionando...

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Mientras Tsipras decía que eludir la insolvencia nacional significaba que "ganamos una batalla, pero no la guerra", los economistas dicen que no habría logrado siquiera eso. Eso es porque los fundamentos del acuerdo de ayuda existente contra el que combatió todavía están intactos.

CONCESIONES GRIEGAS

En la reunión de la semana pasada, Grecia adhirió a todas las condiciones de su paquete actual y a continuar con la supervisión internacional, abandonando los planes para ganar de nuevo el control de sus finanzas, de manera de poder aumentar los salarios y las pensiones.

"La combinación de la presión sobre el sector bancario y los flujos de caja del Estado ha obligado a que la mayor parte de las concesiones estén de su lado", dijo Malcolm Barr, economista de JPMorgan Chase Co. en Londres.

Hubo algunas concesiones. Tsipras ahora tiene la oportunidad de elaborar una lista de ideas de reforma en lugar de imponerla. La meta fiscal para este año también se hizo menos específica, dándole potencialmente algo de dinero extra para repartir en casa.

Esos ajustes condujeron al economista jefe de Commerzbank AG, Joerg Kraemer, a sugerir que, mientras las naciones donantes pudieron haberse salido con la suya, en última instancia, es probable que den marcha atrás en los requisitos explícitos, permitiendo a Tsipras algo de espacio para salvar las apariencias para maniobrar. "En teoría, al menos, los acreedores han ganado, pero es probable que la realidad sea diferente", dijo Kraemer.

Los inversores impulsaron la deuda europea cuando el miedo al contagio de Grecia se disipó. Los rendimientos de los bonos italianos de cinco años y los tipos portugueses a 10 años, ambos cayeron a mínimos históricos tras el acuerdo.

"Europa ha dibujado la línea en la arena - y los mercados no tuvieron absolutamente ningún problema con eso", dijo Nielsen de UniCredit.

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