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Trump puede indultar a su exjefe de campaña pero, ¿lo hará?

Paul Manafort fue acusado por fraude fiscal y bancario, pero aún tiene una 'esperanza': que el mandatario estadounidense le otorgue el perdón.

Ahora que Paul Manafort fue declarado culpable de fraude fiscal y bancario, el presidente Donald Trump tiene que tomar una decisión sobre su exjefe de campaña.

Luego de llamar hace poco a Manafort una "buena persona" cuyo trato por parte de los fiscales fue "muy triste", el mandatario estadounidense podría perdonar sus crímenes y conceder un indulto que le permita escapar de todos los castigos.

O podría hacer una jugada política menos arriesgada, como esperar y finalmente conmutar la sentencia de Manafort, lo que lo liberaría de la prisión, pero mantendría su condena.

Trump puede esperar meses antes de actuar, pero un indulto o conmutación sería su desafío más dramático: una declaración de que él, y no el fiscal especial, tiene la última palabra sobre una investigación que él llama "cacería de brujas". De hecho, acaba de decir eso en una entrevista el lunes.

"Trump ha sentado las bases para esto, diciendo que es una acusación injusta, que Manafort fue atacado porque 'trabajó para mí'", dijo Mimi Rocah, exfiscal federal y profesora en la Escuela de Derecho Pace. "Trump estaría actuando como si pudiera decidir cosas, como cuándo terminarlo".

Cualquiera de las acciones conlleva riesgos políticos. Además de las consecuencias a corto plazo de liberar a un hombre condenado por ocho cargos de fraude, el presidente de EU podría enfrentar un peligro si Manafort es llamado a testificar ante un gran jurado por el fiscal especial, Robert Mueller.

"Mirando hacia atrás en la historia, ¿quién fue tratado peor, Al Capone, legendario jefe de la mafia, asesino y 'Enemigo Público Número Uno', o Paul Manafort, agente político y favorito de Reagan/Dole, ahora en confinamiento solitario, aunque condenado por nada? ¿Dónde está la colusión rusa?", escribió Trump.

Casi desde el inicio de la investigación de Mueller el año pasado, las acciones de Manafort sugirieron que apostaba a un indulto.

En lugar de cooperar en la investigación de Mueller sobre la intervención rusa en las elecciones de 2016, Manafort, de 69 años, llevó su caso a juicio, pero luego no presentó testigos ante la fuerte evidencia de que mintió a los bancos para obtener millones de dólares en préstamos personales y no pagó impuestos sobre una fortuna escondida en cuentas en el extranjero. Los miembros del jurado en Alexandria, Virginia, tardaron cuatro días en condenarlo.

Manafort, quien está detenido en espera de juicio en un segundo caso presentado por Mueller, podría solicitar una sentencia reducida si finalmente coopera, suponiendo que el asesor político republicano tenga información que el fiscal especial querría.

O puede esperar la intervención de Trump, que podría no llegar hasta después del segundo juicio.

El presidente estadounidense tiene amplias facultades para otorgar clemencia a Manafort, tanto para la condena del martes como para cualquier otro delito federal del que se le acusa.

Trump ha ejercido libremente esa facultada en los últimos meses, otorgando perdón a conservadores como el escritor Dinesh D'Souza y el alguacil de Arizona, Joe Arpaio. Incluso ha dicho que puede indultarse a sí mismo, aunque afirma que no lo necesitará.

La Constitución de Estados Unidos otorga al presidente ese poder, declaró Seth Taube, exfiscal federal que ahora trabaja en el estudio jurídico Baker Botts. "Esa es su autoridad soberana".

Sin embargo, una concesión de clemencia es una apuesta para Trump.

Un indulto antes de las elecciones de mitad de período que se realizarán en noviembre podría llegar a manos de los demócratas, lo que haría que Trump fuera criticado por tratar de comprar el silencio de Manafort como parte de un encubrimiento de una posible colusión con Rusia.

Casos previos de alto perfil, por ejemplo, el indulto del presidente Gerald Ford a Richard Nixon, o el indulto al comerciante petrolero Marc Rich por parte del presidente Bill Clinton, han provocado tormentas de fuego en la política.

"Este sería un indulto escandaloso", mencionó Rocah. "Estás hablando de alguien que ha sido un estafador durante décadas y se ha salido con la suya". En circunstancias normales, un presidente nunca tomaría una acción tan controvertida, pero con Trump, afirmó, es imposible predecir.

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