Mundo

Trump elige a un militar de carrera para el Pentágono

Para que James Mattis sea confirmado, el Congreso tendrá que aprobar una propuesta que circunvale una ley que prohíbe que oficiales militares retirados estén al mando del Pentágono en los siete años después de su retiro.

WASHINGTON.- Rompiendo una vez más con las costumbres presidenciales, Donald Trump eligió a un militar para dirigir las fuerzas armadas. El general retirado James Mattis será el primer oficial de carrera que dirija el Pentágono desde la Segunda Guerra Mundial.

Mattis, de 66 años, es un general de la Marina que se retiró en el 2013 tras servir como comandante del Comando Central, responsable de dirigir las guerras estadounidenses en Irak y Afganistán.

El presidente electo, quien ha llamado a Mattis por su sobrenombre, "Mad Dog" (Perro Loco), anunció que lo había escogido como secretario de Defensa, durante un mitin post-electoral en Cincinnati que realizó para celebrar su victoria en las urnas.

La nominación crea interrogantes sobre la creciente influencia de un puesto diseñado para asegurar un control civil en las fuerzas armadas. Las principales preocupaciones radican en saber si un militar retirado confiará más en soluciones militares a problemas internacionales en vez de tomar posturas diplomáticas y más amplias.

Para que Mattis sea confirmado, el Congreso primero tendrá que aprobar una propuesta que circunvale una ley que prohíbe que oficiales militares retirados estén al mando del Pentágono en los siete años después de su retiro.

Mattis tiene reputación como militar endurecido por guerras y de ser un marine de voz firme al que se le confió algunas de las órdenes más duras para las fuerzas armadas. En un tuit enviado el mes pasado, Trump lo describió como "¡Un verdadero General de Generales!".

Mattis sería solo el segundo militar retirado en servir como secretario de Defensa. El primero fue George C. Marshall, en 1950-51, durante la Guerra de Corea. Marshall fue un personaje muy diferente. Antes fue secretario de Estado y tuvo un papel clave en crear vínculos cercanos con Europa occidental tras la Segunda Guerra Mundial.

Aunque su récord en combate y sus credenciales como comandante sénior son ampliamente admiradas, Mattis tiene poca experiencia en el área diplomacia que requiere el puesto de secretario de Defensa.

SEIS ASUNTOS CLAVE

James Mattis tendrá al menos seis temas candentes sobre la mesa.

IRÁN 

Mattis se sitúa en la línea dura en lo que respecta a Irán, país al que describió como "el actor más beligerante en Oriente Medio" y a cuyo gobierno acusa de financiar las redes extremistas que desestabilizan la región.

El general retirado, quien en 2004 dirigió una división durante la invasión a Irak, atribuyó al apoyo de Irán a las milicias chiitas en la provincia de Al Anbar la responsabilidad en la muerte de algunos soldados estadounidenses.

En su opinión, la Casa Blanca no hace suficiente para contrarrestar los movimientos militares iraníes en la región, por lo que se prevé que mantenga una dura posición contra la República Islámica.

Y Trump rechazó el acuerdo nuclear con Irán, el que también Mattis ha fustigado.

DERROTAR A ISIS

Durante la campaña presidencial, Trump dijo que liquidará a ISIS, matar a los familiares de los sospechosos de terrorismo y torturar a los prisioneros.

Sin embargo, Mattis le hizo saber que no estaba de acuerdo, y el presidente electo parece haber relajado sus promesas de tortura.

A Mattis le costará desarrollar un plan anti-ISIS muy diferente al puesto en marcha por Barack Obama, consistente en bombardear sus posiciones y entrenar y equipar a las fuerzas locales para combatir a los yihadistas.

El año pasado, Trump habló de enviar tropas a la región para arrebatar los campos petroleros, pero en su plan público no mencionó esta opción.

¿EXPLOSIÓN DEL GASTO MILITAR?

El Ejército estadounidense es el más poderoso y caro del mundo, con un presupuesto de más de 600 mil millones de dólares y unos 1.3 millones de soldados en activo. Lo sigue China, aunque su presupuesto anual apenas alcanza la cuarta parte del de Estados Unidos.

Trump dijo que su administración "iniciará un gran esfuerzo nacional para reconstruir nuestro exhausto ejército": quiere más barcos, tropas, aviones y armas.

Siguiendo las promesas de Trump, Mattis supervisaría un aumento de los efectivos en el Ejército, de 450 mil a 540 mil; y una ampliación del número de barcos y submarinos de 308 a 350.

No obstante, los planes de Trump para incrementar el gasto requerirán la aprobación del Congreso.

EXIGENCIAS A LOS ALIADOS

Durante la campaña, Trump acusó a los miembros de la OTAN y a sus aliados asiáticos de no aportar lo suficiente a las alianzas. Pero desde que fue elegido, rebobinó algunas de sus palabras. Una de las primeras tareas de Mattis sería aclarar con sus aliados cuál es la postura de la nueva administración.

AFGANISTÁN

Quince años y miles de millones de dólares después de la invasión dirigida por Estados Unidos, el país sigue en una situación de tensión, y a las fuerzas de seguridad afganas les cuesta contener a los talibanes.

Obama se vio obligado a ralentizar el plan de retirada de tropas (el cual había criticado Mattis), por lo que quedarán unos 8 mil 400 soldados en el terreno cuando abandone la Casa Blanca.

"Dejaremos de intentar derrocar regímenes y gobiernos", dijo Trump el jueves. "Nuestro objetivo es la estabilidad, no el caos".

RUSIA

Trump ha elogiado en público la capacidad de liderazgo del presidente ruso, Vladimir Putin, y su contrincante en la carrera a la presidencial, Hillary Clinton, lo acusó de ser una "marioneta" de este enemigo de larga data de Estados Unidos.

Habrá que ver si Trump pide a Mattis que encuentre formas de coordinarse mejor con Rusia en Siria -Moscú apoya diplomática y militarmente al régimen de Bashar al Asad- y otros lugares, algo inimaginable en el pasado para el Ejército estadounidense.

Con información de AP y AFP

También lee: