Trump desdeña la presencia de Rusia en Siria; desoye a críticos y aliados

El presidente Donald Trump desestimó las preocupaciones de que la retirada de Estados Unidos de Siria haya dejado a los kurdos –aliados estadounidenses– abandonados y permita que Rusia llene el vacío, lo que provocó una rápida reprimenda de uno de sus aliados más cercanos en el Congreso.

"Siria puede tener algo de ayuda con Rusia y eso está bien", dijo Trump. "Es mucha arena. Tienen mucha arena allí, así que pueden jugar con mucha arena".

Trump sugirió que la participación rusa en la región finalmente resultaría costosa, trazando paralelos con la guerra soviético-afgana en la década de 1980.

"Solía llamarse la Unión Soviética, ahora se llama Rusia por una razón, porque perdieron tanto dinero en Afganistán que tuvieron que reducir su tamaño", dijo Trump. "Entonces, si Rusia quiere involucrarse en Siria, depende de ellos. Tienen un problema con Turquía, tienen un problema con la frontera. No es nuestra frontera, no deberíamos estar perdiendo vidas por ella".

El senador republicano Lindsey Graham dijo que el presidente estaba socavando los intentos de otros miembros de su administración para poner fin al conflicto y que dejará a Estados Unidos con pocos aliados en la batalla contra los extremistas en la región, incluido el Estado Islámico.

"Me temo que este es un completo y absoluto desastre de seguridad nacional en curso y espero que el presidente Trump ajuste su pensamiento", dijo Graham en un tuit después de que Trump habló.

Trump respondió el miércoles durante una conferencia de prensa.

"A Lindsey Graham le gustaría permanecer en el Medio Oriente durante los próximos mil años", dijo Trump, y agregó que preferiría que el senador de Carolina del Sur se concentre en combatir a los demócratas en el Capitolio.

La decisión de Trump ha provocado críticas generalizadas en el Congreso tanto de sus críticos como de sus aliados. La representante de Wyoming, Liz Cheney, miembro del liderazgo de la Cámara de Representantes republicanos, ha presentado un proyecto de ley para sancionar a Turquía, que se suma a propuestas bipartidistas similares en la Cámara y el Senado.

El senador de Utah Mitt Romney, un crítico frecuente de Trump, calificó la retirada de Estados Unidos como un error estratégico que "representa uno de los días más oscuros en la historia de la política exterior estadounidense".

Trump defendió su decisión.

"Veo la situación en la frontera turca con Siria estratégicamente brillante para Estados Unidos", dijo Trump. "Podemos pelear nuestras propias batallas en nuestros propios territorios".

El presidente también menospreció a los kurdos, que lucharon junto a las tropas estadounidenses contra el Estado Islámico y ahora están bajo el ataque del ejército turco. "No son ángeles, si echan un vistazo", dijo, y agregó que los kurdos saben cómo pelear.

"Siria es amiga de los kurdos", dijo Trump, y "están mucho más seguros en este momento".

Las fuerzas turcas invadieron el norte de Siria la semana pasada, después de que Trump anunciara la retirada planificada de las tropas estadounidenses. Desde la invasión, Estados Unidos ha impuesto sanciones económicas contra Turquía y ha pedido un alto al fuego, una propuesta que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha rechazado.

Sanciones

Trump dijo este miércoles que las sanciones son más efectivas que las tropas para mantener la estabilidad, y agregó que solo había 28 soldados estadounidenses en la región antes de anunciar su retiro planificado.

"Las sanciones funcionan francamente mejor que pelear, ciertamente cuando hay menos de 28 personas", dijo Trump. "No vamos a pelear, no queríamos pelear de todos modos, no pensé que hubiera ninguna razón desde la perspectiva de Estados Unidos".

El presidente también dijo que estaba "seguro" de que las armas nucleares estadounidenses en la Base Aérea Incirlik, en Turquía, estaban seguras, en medio de informes de que el país estaba considerando un plan para retirar las armas de la instalación.

"Es una gran base aérea poderosa", dijo Trump.