El presidente interino de Brasil, Michel Temer, prometió el jueves que en algún momento incluirá a mujeres en su gabinete, el cual actualmente está conformado por hombres blancos en su totalidad.
La legisladora federal Josi Nunes dijo a periodistas en Brasilia que, durante una reunión con legisladoras, Temer se comprometió a incorporar mujeres en su gobierno "un poco más adelante".
Nunes añadió que Temer negó que vaya a haber algún retroceso en las políticas a favor de las mujeres. El presidente interino ha sido duramente criticado por no haber nombrado a una sola mujer ni a personas de minorías raciales en ninguno de los 23 puestos del gabinete.
"Le dije que en la mesa de toma de decisiones de los ministerios es necesario tener a una mujer", declaró Nunes, quien es integrante del Partido del Movimiento Democrático Brasileño, al que pertenece Temer.
"También dijo que trabajará en temas relacionados con las mujeres, los ancianos, los jóvenes y los discapacitados. Nos pidió que se le dé algún tiempo", dijo la diputada.
La legisladora Mara Gabrilli culpó a los partidos políticos de que Temer no haya incluido a ninguna mujer en su gabinete.
Gabrilli dijo que algunas legisladoras se reunieron con el presidente interino para abogar por que alguna de ellas fuera la presidenta de la Cámara de Diputados. El titular de ese cargo, Eduardo Cunha, fue suspendido por el máximo tribunal de Brasil debido a que se le investiga por presunta corrupción y obstrucción de la justicia.
Temer asumió la presidencia la semana pasada, luego de la mandataria Dilma Rousseff fuera suspendida del cargo hasta por 180 días mientras el Senado realiza un juicio político en su contra.
En un diálogo abierto con usuarios de Facebook, Rousseff censuró el gabinete de Temer y aseguró que las mujeres no quieren ser "un fetiche decorativo".
A fin de contrarrestar algunas de las críticas relacionadas con asuntos de género, Temer nombró a una mujer como presidenta del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil y a otra para que encabece la secretaría de derechos humanos, cargo que tenía nivel de gabinete durante el gobierno de Rousseff.
Según reportes de prensa, Temer también intentó que una mujer fuera la secretaria de cultura, pero designó a un hombre después de que cinco mujeres rechazaran el puesto.