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Sunitas declaran un califato entre Irak y Siria; El Bagdadi es su líder

Asalto del ejército en la ciudad natal de Husein, coordinado por asesores de Estados Unidos; se espera que esta semana el Parlamento sesione para elegir a un nuevo gobierno.

BAGDAD. Los extremistas suníes declararon a los territorios bajo su control entre la provincia irakí de Diyala y Aleppo, en Siria, como un califato, y cambiaron su nombre de Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS, por sus siglas en inglés) a simplemente Estado Islámico (IS), tras urgir a otros grupos radicales a manifestarles su adhesión.

La organización, que ha sorprendido en las últimas semanas por su avance en el norte irakí, proclamó además a su jefe, Abu Bakr el Bagdadi, califa de la nueva entidad y "líder para los musulmanes en todos lados", de acuerdo con una grabación de audio distribuida por Internet. Esta sería la primera vez, desde la caída del Imperio Otomano en 1923, que un califa ––es decir, un sucesor político del profeta Mahoma–– ha sido declarado, luego de que el Consejo o shura de ISIS se reunió ayer, explicó su portavoz, Abu Mohamed el Adnani. El grupo salafista o integrista, que se asume como un Estado legítimo, pidió a otros organismos suníes y Al Qaeda (La Base), con el que rompió este año, darle su respaldo para alumbrar "una nueva era de yijad (Guerra Santa) internacional", tras insistir en que el establecimiento del califato es "el sueño de todos los musulmanes" y "la esperanza de todos los yijadistas".

En tanto, helicópteros de combate del gobierno atacaron posiciones insurgentes en Tikrit (norte), ciudad natal del desaparecido presidente Sadam Husein, dentro de una operación que arrancó el sábado con un asalto de tropas desde varios frentes, apoyado por blindados. Fuentes de seguridad indicaron que la ofensiva es coordinada con los nuevos asesores enviados por el Pentágono.

En Tikrit (200 mil habitantes), de mayoría suní y donde el gobierno de mayoría chiíta del premier Nuri el Maliki es impopular, los rebeldes parecen haber rechazado el ataque inicial y permanecían en control de la ciudad, si bien continuaban los choques en el distrito norte de Kadissiyá, que colinda con la Universidad de Tikrit, informaron residentes. En cambio, el vocero militar Kassim el Mussawi dijo que el ejército domina el campus e izó la bandera irakí. "Es cuestión de tiempo antes de que declaremos la limpieza total de la ciudad", agregó.

Yawad el Bolani, oficial del comando de operaciones en la provincia, dijo que Estados Unidos comparte inteligencia con Bagdad y ha jugado un papel "esencial" en la ofensiva. Al gobierno de El Maliki le urge una victoria para superar semanas de derrotas y desmoralización a manos de ISIS, que al extenderse desde Siria sumió a Irak en su peor crisis desde el retiro norteamericano en 2011.

Los kurdos han aprovechado la debilidad de Bagdad para adueñarse de la urbe petrolera de Kirkuk, lo que aumenta el riesgo de que el país se parta en tres bloques sectarios y étnicos. Esta semana se espera que el Parlamento sesione para elegir gobierno bajo presión de EU, que considera necesaria la salida de El Maliki para ceder espacios a sunitas y kurdos.

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