PARÍS.- El exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Khan, volverá a sentarse en el banquillo de una corte el año próximo por un escándalo sexual, en el marco de un caso en el que está acusado de proxenetismo.
Strauss-Khan, quien dimitió luego de ser denunciado por violación por una empleada de un hotel de Nueva York, será juzgado en febrero próximo por una corte de la ciudad de Lille, por "proxenetismo agravado".
"DSK", siglas por las que es conocido en Francia, está acusado de ser miembro de una red de prostitución que tenía como base de operaciones el lujoso hotel Carlton de Lille.
El exdirector del FMI reconoció haber participado en las orgías que la red organizó en el hotel, pero afirmó en su defensa que desconocía que las mujeres que participaban eran prostitutas profesionales.
En el juicio, que volverá a poner a Strauss-Kahn ante los reflectores por un nuevo escándalo sexual, comparecerán otros 13 acusados como presuntos miembros de la red de prostitución, entre ellos un expolítico, un empresario y un comisario de policía.
Strauss-Kahn corre el riesgo de ser condenado a una pena máxima de hasta 10 años de cárcel y una multa de hasta 1.5 millones de euros (1.8 millones de dólares).
El juicio, que será uno de los más mediáticos del año en Francia, comenzará el 2 de febrero próximo y concluirá el 27 del mismo mes.
El exdirector del FMI concluye el año también en medio de otro asunto judicial, ya que este mes anunció que denunciará por difamación al principal semanario de información general de Francia, "Le Nouvel Observateur".
El también ex ministro francés de Economía consideró falsas algunas informaciones publicadas por la revista en un reportaje sobre el fracaso de la sociedad financiera LSK, fundada por Strauss-Khan, y actualmente en proceso de liquidación.
El caso marcó este año la situación profesional del exdirector del FMI, quien perdió parte de su fortuna.
De acuerdo con el semanario francés, "DSK" habría perdido 625 mil euros (759 mil dólares) en la sociedad "LSK", de la que era accionista principal junto a un hombre de negocios llamado Thierry Leyne.
Leyne se suicidó en octubre pasado al arrojarse de lo alto de una torre en Tel Aviv, Israel, lo que provocó la liquidación de la sociedad de inversiones conjunta.
"He probablemente perdido mi inversión y nunca percibí ninguna remuneración. A mi escala es mucho dinero" reconoció Strauss-Khan al diario "Le Parisien".
En la empresa también tenían capital inversores chinos, rusos, del sur de Sudán y de Medio Oriente, de origen sospechoso, de acuerdo a la prensa francesa, aunque Strauss-Khan afirmó no tener conocimiento de ello.
De acuerdo con testimonios recogidos por el diario "Le Figaro" de un cercano al socio de Strauss-Khan, el fallecido era un conocido "estafador" que había atesorado fondos de países sin transparencia financiera.