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Silva oficializa su candidatura a la presidencia de Brasil

La líder ecologista del Partido Socialista de Brasil, Marina Silva, aceptó la nominación a la presidencia de Brasil, luego de que el candidato Eduardo Campos muriera la semana pasada en un accidente de avión.

BRASILIA.- La ecologista Marina Silva lanzó oficialmente el miércoles su candidatura a la presidencia de Brasil, dando un vuelco a las elecciones de octubre y amenazando la permanencia en el poder que ha tenido el gobernante Partido de los Trabajadores durante 12 años.

Silva, quien era la aspirante a la vicepresidencia por el Partido Socialista de Brasil (PSB), aceptó la nominación luego de que el candidato Eduardo Campos, un ex gobernador y prometedor líder político, murió la semana pasada en un accidente de avión.

La líder ecologista prometió construir un Brasil más próspero y criticó el desempeño de la actual presidenta, Dilma Rousseff, quien ha liderado a la economía del país durante cuatro años de débil crecimiento y alta inflación, después de una expansión boyante.

"Nosotros sabemos que nuestro país necesita inversiones y ellas vendrán cuando haya un nuevo Gobierno que tenga credibilidad entre los inversores", dijo en una conferencia de prensa.

Silva reafirmó su compromiso con la responsabilidad fiscal, metas de inflación y una tasa de cambio flotante, el llamado "trípode" de políticas económicas que dieron a Brasil estabilidad después de un período de inflación galopante y crecimiento errático en la década de 1990.

Sin vínculos con las élites tradicionales, Silva fue ministra de Medio Ambiente y su férrea lucha por la naturaleza y firmes creencias religiosas como evangélica llevaron a críticos a calificarla de inflexible, pero sus seguidores la alaban como la política de Brasil con más principios morales.

Silva, recolectora en plantaciones de caucho en su juventud y analfabeta hasta la adolescencia, apela sobre todo a los jóvenes votantes descontentos con el orden político establecido en Brasil.

También es acogida por la gran comunidad cristiana evangélica de Brasil y demostró, en su candidatura a la presidencia en el 2010 por el Partido Verde, ser una atractiva aspirante para los votantes independientes que buscan una alternativa al Partido de los Trabajadores y a su principal opositor, el amigo de los mercados el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).

Una encuesta de opinión divulgada el lunes mostró a Silva, quien se ha comprometido a encontrar un terreno común entre sus ideales activistas y las políticas económicas favorables a los inversionistas, empatada en segundo lugar con el socialdemócrata Aécio Neves para las elecciones del 5 de octubre.

Ambos están detrás de la izquierdista Rousseff, que busca la reelección. El sondeo sugirió que Silva forzaría una segunda vuelta electoral, en donde podría derrotar a la mandataria.

Un balotaje amenazaría la aspiración de Rousseff, quien en sus cuatro años de Gobierno ha visto un crecimiento mediocre luego de la boyante economía.

Antes del anuncio oficial de su nominación, una fuente del PSDB dijo a Reuters que el partido, para asegurar la derrota de Rousseff, respaldaría a Silva en una eventual segunda vuelta si Neves no logra el segundo lugar en la primera votación.

Sin embargo, las perspectivas de la mujer de 56 años podrían desvanecerse cuando caiga el impacto emocional de la muerte de Campos y los dos partidos más grandes comiencen a gastar en su campaña.

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