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En medio de titubeos de Occidente, Ucrania se acerca a una guerra civil

Así lo acaban de escenificar Obama y Angela Merkel, el primero propone sanciones de mayor calado mientras que la segunda es partidaria de agotar las vías diplomáticas antes de entrar en una guerra comercial abierta con Rusia, señala el diario El País. 

MADRID.- La muerte de 36 ucranianos prorrusos en Odesa y la situación que se está dando en ese país, pueden suponer la chispa que empuje a la nación europea hacia la guerra civil, advirtió hoy el diario español El País.

Resaltó este domingo en un editorial que la seguridad que exhibe Rusia en la crisis con Ucrania contrasta con los titubeos occidentales.

El gobierno de Ucrania, que además debe organizar las elecciones presidenciales del 25 de mayo, contempla el desgajamiento de su país mientras los países occidentales no terminan de acordar cuál puede ser la estrategia más acertada para evitar que el polvorín estalle.

Refirió que así lo acaban de escenificar en Washington el presidente de Estados Unidos, Barack Obama y la canciller alemana, Angela Merkel.

El primero propone sanciones de mayor calado mientras que la segunda es partidaria de agotar las vías diplomáticas antes de entrar en una guerra comercial abierta con Rusia.

La solución no es fácil, máxime cuando la evolución de los hechos muestra que, más allá de las declaraciones de apoyo, Washington y Bruselas no tienen capacidad de respuesta rápida a los movimientos del presidente ruso Vladimir Putin en Ucrania, destacó el rotativo.

Un movimiento acelerado por la agresiva retórica procedente del Kremlin, que niega cualquier legitimidad al gobierno de Ucrania, justifica la partición de su territorio nacional, como ha hecho ya con la península de Crimea, y respalda el alzamiento de los territorios de su país vecino con mayoría rusófona.

"Moscú impulsa esa dinámica con decisiones que van más allá de las palabras, como la desproporcionada concentración de tropas rusas en la frontera con Ucrania y la efectiva actuación de unidades militares sin distintivos, pero con vehículos y armamento idénticos a los del ejército ruso", dijo.

El País manifestó que contra lo que sucede con los gobernantes occidentales, que evitan cualquier declaración que pueda ser tachada de belicista, Putin juega sus cartas sabedor de que cuenta con la aprobación tácita, cuando no el respaldo expreso, de una sociedad que trata de redefinir su papel en el mundo desde el fin del régimen soviético en 1991.

Puso como ejemplo que las manifestaciones con motivo del 1 de Mayo en Rusia no han tenido paragón desde esa fecha.

"El desfile de 100 mil manifestantes por la Plaza Roja de Moscú, con lemas lejanos a la defensa de los derechos de los trabajadores como "Putin tiene razón" u "Orgullosos de nuestro país", describen hasta qué punto la crisis Ucrania no es un asunto extranjero en Rusia", puntualizó.

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