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¿Quién es la nueva directora de comunicación de Trump?

Hope Hicks, de 28 años de edad, es la sustituta del director de comunicaciones de la Casa Blanca Anthony Scaramucci, y su prioridad será contener la crisis de imagen del mandatario tras sus declaraciones por lo ocurrido en Charlottesville, Virginia.

Hope Hicks, la exasistente de relaciones públicas del presidente Donald Trump durante su campaña tiene por ahora la asignación temporal de encabezar la oficina de comunicación de la Casa Blanca.

La nueva directora interina de comunicación de la Casa Blanca quizás no tenga mucha experiencia en política, pero es muy versada en Trump. La nativa de Connecticut ha trabajado para él desde 2014 y fue su portavoz de campaña.

Un funcionario de la casa presidencial de Estados Unidos dijo días atrás que Hope Hicks, de 28 años, trabajará con la secretaria de prensa Sarah Huckabee Sanders para ayudar a comunicar al mundo los mensajes de Trump.

La promoción de Hicks como directora interina se conoció justo cuando la Casa Blanca enfrentaba uno de sus mayores desafíos de relaciones públicas. Ella ya estaba a cargo de las comunicaciones "estratégicas".

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Después de que Trump se salió del guion y culpó a "ambos bandos" de la violencia letal que estalló entre supremacistas blancos y contramanifestantes en Charlottesville, Virginia, el gobierno enfrentó una crisis aguda y rápida de imagen.

Miembros del Congreso de ambos partidos exhortaron al presidente a denunciar con fuerza a los neonazis y a los supremacistas blancos que marcharon por los terrenos de la Universidad de Virginia. Algunos cuestionaron abiertamente la competencia y liderazgo moral de Trump.

Reparar la brecha de relaciones públicas, o al menos evitar que siga creciendo, es una de las tareas inmediatas que enfrenta Hicks. Ella releva al extravagante empresario de Nueva York Anthony Scaramucci, cuyo mandato de 11 días como director de comunicaciones de la Casa Blanca terminó después de que se publicaran sus palabras violentas y llenas de palabras altisonantes contra un reportero.

"Hope es una persona estupenda y hará un gran trabajo. Le deseo lo mejor", tuiteó Scaramucci después de que la Casa Blanca anunció la promoción de Hicks. La nativa de Greenwich, Connecticut, ayudará a dar forma y dirigir los mensajes de Trump hasta que llegue a bordo alguien que tome la asignación permanentemente.


Quienes han trabajado con ella -una tímida exmodelo de adolescente- la describen como digna de confianza.

"Hope es sabia más allá de su edad y es alguien en quien confío que estará siempre allí para el presidente", afirmó Brad Parscale, director de la campaña presidencial de Trump para medios digitales, quien, al igual que Hicks, es uno de los pocos miembros originales del equipo de campaña de Trump. "Me ha decepcionado ver a tantos utilizar al presidente Trump como una oportunidad para maximizar sus propios intereses", añadió.

A diferencia de sus colegas, que se pusieron bajo los reflectores para elevar sus propios perfiles, Hicks evita ser el centro de atención.

Hicks ha servido desde hace mucho tiempo como guardabarreras de Trump y desempeña ese papel desde un escritorio cerca de la Oficina Oval. Igual que como ocurrió durante la campaña, las solicitudes de los medios de comunicación para entrevistar al presidente pasan por Hicks, quien fue la única ayudante presente en la Oficina Oval cuando Trump criticó duramente al secretario de Justicia Jeff Sessions durante una entrevista reciente al diario The New York Times. Ella no aparece en la televisión.


Parscale dijo que Hicks está dedicada a defender los objetivos más amplios de Trump.

La campaña de Trump "se trató de los millones de estadounidenses en todo el país que han sido marginados", dijo Parscale, agregando que Hicks entiende eso y que "realmente quiere ver al presidente Trump tener éxito".

Hicks fue exmodelo de moda para Ralph Lauren y trabajó para Ivanka, la hija de Trump, como profesional de relaciones públicas. Ella no tenía antecedentes políticos cuando firmó contrato para trabajar en 2015 en la incipiente campaña del empresario y celebridad de la televisión. Hicks se convirtió pronto en el centro de comunicaciones para un candidato no convencional que atrajo una atención mediática sin precedentes.

Hicks aprobaba las solicitudes de entrevistas, a menudo tachó tuits que dictó Trump y permaneció a su lado mientras él arrasaba electoralmente al país.

En el negocio de las relaciones públicas, Hicks siguió el ejemplo de sus padres, Paul y Caye Hicks. Después de graduarse en 2010 de la Southern Methodist University con una licenciatura en lengua inglesa, Hicks se mudó a Nueva York y trabajó con Hiltzik Strategies, que también ha trabajado para Hillary Clinton, al igual que el padre de ella. Paul Hicks solía hacer las relaciones públicas para la NFL y ahora es director gerente de una firma en Washington.

En 2014, Hicks hija se unió a la Organización Trump para ayudar a promover la mercancía de Ivanka. Trump la trasladó al equipo de campaña un año después.

Hicks atrajo considerable atención de los medios por ella misma, pero evitó en gran medida las interacciones cara a cara con los reporteros. Ella prefirió limitar sus contactos con los periodistas a llamadas por teléfono y correos electrónicos.

"Siempre está hablando por teléfono con los reporteros, tratando de que los reporteros corrijan sus historias deshonestas", dijo Donald Trump en diciembre durante un acto postelectoral en Alabama.

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