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Por encima del nuevo presidente seguirá el PCC, dicen expertos

Advierten que tomará muchos años más el poder ejecutar cambios sustanciales en el régimen cubano.

Cuba dio ayer un paso histórico al elegir, por primera vez en más de medio siglo, a un gobernante que no llevará el apellido Castro y que no pertenece a la llamada "generación histórica", aunque para algunos especialistas no se prevén cambios sustanciales en la isla, al menos no de manera inmediata, ya que continuarán las restricciones al sector privado para los cubanos y los fuertes controles a la inversión extranjera; además de la nula apertura en el sistema político dominado por un solo partido.

"Sin duda la elección es muy importante no por la novedad del candidato sino porque por primera vez se elige a un presidente del Consejo de Estado y del gobierno que no personifica a la Revolución", afirmó en entrevista con El Financiero Carlos Manuel Rodríguez, profesor e investigador en la Universidad Iberoamericana (Ibero).

Rodríguez, quien es autor del libro "La Democracia Republicana en Cuba 1940-1952", agregó que pese a que hay razones para esperar que Miguel Diaz-Canel, propuesto ayer como único candidato para sustituir a Raúl, sea más flexible, más moderno, no hay evidencia a favor de que sea reformista y asuma que abandonará el sistema de partido único o dejará de favorecer al sector estatal por sobre el sector no estatal.

"Muchos cubanos, frustrados por el lento ritmo de la mejora económica con Raúl Castro, esperan que Díaz-Canel esté aguardando a que llegue su momento para tomar las decisiones", dijo el experto.

Sin embargo, explicó, su margen de maniobra sería limitado debido a que el Partido Comunista (PCC) sigue siendo la fuerza política motriz de la isla y continuará siendo encabezado por Castro hasta 2021.

Para Eduardo Bueno, profesor de la Universidad de las Américas, el gobierno cambiará pero la ideología que ha dominado a la isla desde el siglo pasado permanecerá, resguardada por los que ahora dejan, físicamente, el poder. Incluso, explica el experto en temas de América Latina, aunque Raúl Castro planea mudarse a Santiago de Cuba, la ciudad donde fue enterrado su hermano Fidel, aún se espera que ejerza en gran medida control en el gobierno cubano y que tenga la palabra final en importantes decisiones.

Diaz-Canel, agregó Bueno, pertenece a una generación más joven de líderes que ha abogado por la modernización de la isla, pero también es un fiel miembro del Partido Comunista que no alimenta demasiadas esperanzas de generar un cambio político profundo.

"Castro seguirá siendo el primer secretario del Partido Comunista de Cuba, miembro de la Asamblea Nacional e incluso aunque no sea presidente, la figura pública más poderosa de la isla", dijo Bueno.

"Sin duda, el nuevo presidente intentará cambios en la isla, aunque dado el sistema que por décadas ha dominado, no serán fáciles ni rápidos. Además tenemos que tomar en cuenta el entorno internacional que permanecerá, prinicpalmente con Estados Unidos, que harán más complicados los cambios", agregó.

Con información de: Roxana González.

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