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Policía india sospecha que grupo miliciano islámico provocó explosiones


 
AP
 
Hyderabad.- La Policía india que investiga un ataque doble con explosivos que mató al menos a 16 personas afuera de una sala de cine y una estación de autobús en la ciudad sureña de Hyderabad estaban buscando vínculos a un sombrío grupo miliciano islámico con presuntos lazos con Pakistán, dijo el viernes un funcionario.
 
 
Oficiales estaban examinando si el Muyahidín Indio, que se piensa tiene un vínculo con milicianos en el vecino Pakistán, pudiera haber realizado el ataque, dijo un investigador, pidiendo no ser identificado porque no está autorizado a revelar detalles sobre la investigación. La ejecución reciente de un miliciano islámico está siendo examinada como un posible motivo de los atentados con bomba, señaló.
 
 
La Policía no ha detenido todavía a nadie en conexión con el ataque ocurrido el jueves por la tarde, el primer atentado terrorista con bombas en India desde 2011.
 
 
El ministro del Interior Sushilkumar Shinde dijo en los últimos 3 días hubo una alerta general sobre la posibilidad de ataque en alguna parte de la India. "Pero no había información específica de inteligencia sobre un lugar en particular", agregó mientras visitaba el viernes el lugar de los atentados.
 
 
Las bombas fueron colocadas en bicicletas estacionadas con una separación de aproximadamente 150 metros en el distrito Dilsukh Nagar de Hyderabad, informó Shinde, agregando que además de los muertos, otras 117 personas resultaron heridas.
 
 
Las bombas explotaron con minutos de diferencia en un área comercial muy concurrida. Las detonaciones destrozaron frentes de negocios, esparcieron comida y platos de restaurantes ubicados a un costado del camino y dejaron una maraña de cadáveres. Transeúntes llevaron rápidamente a heridos a hospitales.
 
 
"Este es un ataque cobarde, los culpables no quedarán impunes", dijo el primer ministro indio, Manmohan Singh. Hizo un llamado a la población a mantener la calma.
 
 
V. Dinesh Reddy, oficial de alto rango de la Policía estatal, dijo que en el ataque se utilizaron artefactos explosivos improvisados con un compuesto de nitrógeno, y lo atribuyó a una "red terrorista".
 
 
Pakistán
 
 
Pakistán condenó enérgicamente los atentados.
 
 
"El terrorismo en todas sus formas y manifestaciones constituye una de las amenazas más serias a la paz y la seguridad internacionales. Todos los actos de terrorismo son injustificables al margen de sus motivos", dijo el Ministerio del Exterior de Pakistán en un comunicado.
 
 
El viernes por la mañana, policías con cámaras, guantes y bolsas plásticas para colocar evidencia examinaban cuidadosamente los escombros.
 
 
Funcionarios de la Agencia Nacional de Investigación y comandos de Guardias Nacionales de Seguridad llegaron de Nueva Delhi para ayudar en la indagatoria.
 
 
India ha estado en alerta desde que Mohamed Afzal Guru, un cachemir, fue ahorcado en una cárcel de Nueva Delhi hace casi 2 semanas. Guru había sido declarado culpable de haber participado en un ataque al parlamento indio en el 2001, en el que 14 personas murieron, entre ellas 5  de los agresores.
 
 
Desde la ejecución se han registrados protestas casi diariamente en la parte de Cachemira gobernada por India, donde mucha gente cree que Guru no recibió un juicio justo.
 
 
Mahesh Kumar, un estudiante de 21 años, se dirigía a su casa después de una clase privada cuando ocurrió una de las explosiones.
 
 
"Escuché un enorme sonido y algo me golpeó, caí y alguien me trajo al hospital", comentó Kumar, quien sufrió heridas por fragmentos de metal.
 
 
Hyderabad, una ciudad de 10 millones de habitantes en el estado de Andhra Pradesh, es sede de la industria de tecnología de la información de India, y tiene una población mixta de musulmanes e hindúes.
 
 
Estados Unidos, cuyo secretario de Estado John Kerry se reunió el jueves en Washington con el secretario de Relaciones Exteriores de India Ranjan Mathai, condenó el ataque.
 
 
"Estados Unidos apoya a India en el combate al flagelo del terrorismo y además nos preparamos para ofrecer a las autoridades indias cualquier y todo tipo de asistencia que pudieran necesitar", dijo la vocera del Departamento de Estado Victoria Nuland en una sesión informativa.
 
 
El último gran atentado explosivo en la India fue uno en septiembre del 2011, frente al máximo tribunal de Nueva Delhi, en que murieron 13 personas.

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