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Policía y sindicatos de Francia llegan a acuerdo para realizar marcha

El ministro del interior se reunió con dirigentes sindicales, quienes salieron de la reunión anunciando el acuerdo según el cual la marcha se realizará alrededor del vecindario de Bastille y será mucho menor a la planeado inicialmente.

PARIS.- El gobierno francés llegó a un acuerdo con los sindicatos a fin de permitir una protesta contra una reforma laboral, en medio de tensiones y temores tras la violencia que empañó a una marcha donde decenas de personas resultaron heridas y un hospital infantil quedó averiado.

El debate en torno a la marcha del jueves había adquirido importancia nacional debido al proyecto de reforma a las leyes laborales francesas, que son veneradas por muchos trabajadores, pero que expertos califican de costosas para la economía.

La policía prohibió la protesta afirmando que no podía garantizar la seguridad. Políticos de izquierdas y sindicatos amenazaron con desafiar la prohibición, calificando la decisión de violación del derecho de manifestación.

El ministro del interior se reunió con dirigentes sindicales, quienes salieron de la reunión anunciando el acuerdo según el cual la marcha se realizará alrededor del vecindario de Bastille y será mucho menor a la planeado inicialmente.

La manifestación del jueves formaba parte de una serie de protestas planeadas en todo el país y de una huelga de un día para expresar el malestar por un proyecto de ley que flexibiliza el despido, aumenta la jornada laboral y debilita el poder de los sindicatos.

La ley generó meses de protestas que suelen terminar con actos violentos de pequeños grupos de manifestantes extremistas en choques con agentes antimotines, que emplean gas lacrimógeno.

La última gran protesta en París, que recorrió los vecindarios de Montparnasse y los Inválidos el pasado 14 de junio, fue especialmente violenta, con al menos 39 heridos y desperfectos en docenas de tiendas, bancos, paradas de autobús, una escuela de enfermería, un ministerio y el hospital infantil Necker, que terminó con las ventanas de las salas de operaciones destrozadas.

Las autoridades de París habían pedido a los organizadores de la protesta celebrar una concentración en lugar de una marcha por la capital francesa, para que la policía pudiera aislar mejor a los elementos conflictivos.

El sindicato CGT, que ha liderado el movimiento de protesta, apuntó que la violencia suele registrarse al principio y al final de las marchas, en puntos determinados, y que celebrar una concentración no garantizaría la seguridad.

La policía de París dijo en un comunicado que no alcanzó una solución con los sindicados y que, por lo tanto, no tenía "otra opción que prohibir la celebración de la protesta".

El gobierno socialista suavizó su proyecto de reforma laboral en respuesta a algunas peticiones sindicales, pero forzó su aprobación en la cámara baja sin votación por la resistencia de los izquierdistas. La ley se debate ahora en el Senado, controlado por conservadores.

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