El gobierno cubano reiteró este viernes su voluntad de continuar el diálogo respetuoso y la cooperación con Estados Unidos, pero precisó que no debe esperarse que la isla realice concesiones ni acepte condicionamientos de ninguna índole.
En la primera reacción oficial a las medidas anunciadas en Miami por el presidente Donald Trump, el gobierno de Raúl Castro añadió que "cualquier estrategia dirigida a cambiar el sistema político, económico y social en Cuba, ya sea la que pretenda lograrlo a través de presiones e imposiciones, o empleando métodos más sutiles, estará condenada al fracaso".
La declaración anuncia que próximamente el Ejecutivo hará un análisis más profundo del alcance y las implicaciones de este anuncio, aunque adelantó que el discurso de Trump estuvo "cargado de una retórica hostil, que rememoró los tiempos de la confrontación abierta con nuestro país" y constituye un retroceso en las relaciones entre los dos países.
Las medidas adoptadas por Trump implican la eliminación de los intercambios educacionales "pueblo a pueblo" a título individual y una mayor fiscalización de los viajeros estadounidenses a Cuba, así como la prohibición de las transacciones económicas, comerciales y financieras de compañías norteamericanas con empresas cubanas vinculadas con las Fuerzas Armadas Revolucionarias y los servicios de inteligencia y seguridad, "todo ello –dice la declaración- con el pretendido objetivo de privarnos de ingresos".
Trump derogó asimismo la Directiva Presidencial de Política Normalización de las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba, emitida por el presidente Barack Obama el 14 de octubre de 2016, la cual, según la nota oficial, "aunque no ocultaba el carácter injerencista de la política estadounidense, había reconocido la independencia, la soberanía y la autodeterminación de Cuba y al gobierno cubano como un interlocutor legítimo e igual".
Tras señalar que las medidas anunciadas imponen trabas adicionales "a las muy restringidas oportunidades que el sector empresarial estadounidense tenía para comerciar e invertir en Cuba", el gobierno de la isla señaló que "los anuncios del presidente Trump contradicen el apoyo mayoritario de la opinión pública estadounidense, incluyendo el de la emigración cubana en ese país, al levantamiento total del bloqueo y a las relaciones normales" entre los dos países.
El gobierno de Cuba rechazó asimismo "la manipulación con fines políticos y el doble rasero en el tratamiento del tema de los derechos humanos" y precisó que "Estados Unidos no está en condiciones de darnos lecciones" sobre el tema.
"Los cambios que sean necesarios en Cuba los seguirá decidiendo soberanamente el pueblo cubano", puntualizó la declaración oficial.
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