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Papa Francisco arriba a Corea del Sur

Durante su visita, el papa Francisco  planea santificar a 124 mártires coreanos y alentar a los fieles de una iglesia local vibrante, considerada el modelo del catolicismo a futuro.

SEUL.- Mientras Francisco se convertía el jueves en el primer papa en visitar Corea del Sur en 25 años, el estridente rival de Seúl, Corea del Norte, hizo sentir su presencia al disparar tres proyectiles de corto alcance poco antes de su llegada, y otros dos cuando ya se encontraba en el país, dijeron funcionarios.

Aunque Corea del Norte rechazó una invitación a Seúl para la visita papal, Francisco tiene previsto aproximarse al Norte durante su viaje de cinco días con una misa por la paz y la reconciliación en la península coreana dividida por la guerra. Sin embargo, Pyongyang tiene una larga historia de asegurarse de que durante los eventos de alto perfil en el Sur nadie pase por alto a su vecina.

Lo que al parecer eran pruebas de cohetes se produjeron en dos momentos. En la mañana Pyongyang disparó tres cohetes de corto alcance menos de una hora antes de la llegada de Francisco, y después disparó otros dos cohetes en la tarde. Un funcionario del Ministerio de Defensa, quien pidió no ser identificado, dijo que los misiles se dispararon desde Wonsan, en la costa este. No estaba claro de inmediato cuál era el tipo de cohetes.

Corea del Norte ha disparado este año una cantidad inusualmente elevada de misiles y proyectiles de artillería. Pyongyang ha expresado malestar por los ejercicios militares anuales entre Estados Unidos y Corea del Sur, que considera preparativos para una invasión. Se espera que en los próximos días comience una nueva ronda de ejercicios, que Seúl y Washington consideran rutinarios y defensivos.

Durante su visita, Francisco también planea santificar a 124 mártires coreanos y alentar a los fieles de una iglesia local vibrante, considerada el modelo del catolicismo a futuro.

En un aeropuerto al sur de Seúl, el papa estrechó la mano de cuatro familiares de las víctimas del hundimiento de un ferry surcoreano en el que murieron más de 300 personas, y a dos descendientes de los mártires coreanos que murieron antes que renunciar a su fe.

Algunos católicos ancianos se secaron las lágrimas de sus rostros, inclinándose profundamente mientras saludaron al Papa. Un niño y una niña con vestidos tradicionales coreanos le presentaron a Francisco un ramo de flores. El papa entonces entró en un pequeño auto negro de fabricación local para viajar a Seúl, donde él y la presidenta Park Geun-hye planeaban dar discursos.

"Debido a que nuestro país ha sufrido muchas situaciones desafortunadas, los surcoreanos tienen el corazón roto. Mi deseo es que la visita del papa puede sanar a esas personas desconsoladas", dijo Cho Young-rae, un budista de 58 años de edad.

Mientras su avión volaba sobre territorio de China, el papa Francisco envió un mensaje de saludos y oraciones al presidente chino Xi Jinping. Fue una oportunidad inusual para un intercambio ya que la Santa Sede y Beijing no tienen relaciones diplomáticas.

El mensaje, enviado el jueves temprano mientras Francisco se dirigía a Corea del Sur, decía: "Al ingresar al espacio aéreo chino, extiendo mis mejores deseos a su excelencia y sus conciudadanos, e invoco las bendiciones divinas de paz y bienestar sobre la nación".

El protocolo del Vaticano contempla que Francisco envíe mensajes a los jefes de Estado cuando vuele por el espacio aéreo de sus países.

Sin embargo, el mensaje del jueves fue único porque la última vez que un pontífice quiso volar sobre China, en 1989, Beijing se negó.

Francisco ha tratado de continuar el acercamiento a China iniciado por el papa emérito Benedicto XVI, quien reveló recientemente que envió una carta a Xi por su elección y que recibió una respuesta. Funcionarios del Vaticano dicen que hay un diálogo con autoridades chinas. Pero persiste el punto central que los divide: la insistencia de Roma de nombrar obispos.

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