Autoridades turcas comenzaron a detener a militares que participaron en un fallido golpe de Estado que buscaba derrocar al presidente Recep Tayyip Erdogan.
Al prometer una retribución rápida, Erdogan, quien arribó al aeropuerto internacional de Estambul a las 6:30 horas, tiempo local, acusó a los seguidores del clérigo musulmán Fethullah Gulen de organizar el intento de golpe.
"Pagarán un alto precio por su traición", dijo el mandatario.
Gulen, otrora aliado de Erdogan, se encuentra en un exilio autoimpuesto en Estado Unidos; un grupo de seguidores del clérigo condenó el intento de golpe en una declaración escrita.
Los enfrentamientos dejaron más de 200 muertos, incluidas algunas cabecillas del intento de golpe, de acuerdo con Bloomberg.
Entre los 2 mil 800 militares arrestados durante la noche se encontraban generales del ejército.
Las autoridades turcas también destituyeron este sábado a 2 mil 745 jueces tras el intento de golpe de Estado llevado a cabo por una facción del Ejército durante la madrugada, informó la cadena de televisión NTV, al citar una decisión del Alto Consejo de Jueces y Fiscales (HSYK, por su sigla en inglés).
La agencia oficial de noticias de Turquía reportó que las autoridades han detenido a 10 miembros del máximo tribunal administrativo del país, en medio de una continua ofensiva del gobierno contra miembros del poder judicial acusados de vínculos con un clérigo musulmán que vive en Estados Unidos.
La agencia Anadolu informó que se emitieron órdenes de arresto contra 48 miembros del tribunal administrativo y 140 miembros del tribunal de apelaciones.
Las calles de Ankara y Estambul, la ciudad más grande del país, estaban virtualmente desiertas y gran parte de los negocios, cerrados.
El operador Turkish Airways reanudó los vuelos el sábado, dijo Erdogan. Malaysia Airports, operador del segundo aeropuerto de Estambul, dijo que continuaría gestionando vuelos con origen o destino Turquía.
El complot dará a Erdogan más municiones contra sus rivales en sus intentos por transformar el rol de presidente, una figura que era prácticamente ceremonial, el centro real del poder.
"Al sofocar este golpe, Erdogan fortalecerá su poder", consideró Timothy Ash, estratega de Nomura International, con sede en Londres. "Ha probado que es invencible".
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Sin embargo, aunque se muestra confiado en sofocar el intento más sangriento para poner fin a su gobierno, los riesgos de golpe han dado mayor inestabilidad a un país en el que está enredado en la guerra con el país vecino Siria, así como un conflicto con los separatistas kurdos.
A medida que los tanques avanzaban por las calles de la capital, así como en Estambul, en los mercados la lira turca se hundió hasta 6 por ciento frente al dólar, la mayor cantidad desde 2010.
En diciembre de 2013, Erdogan acusó a Gulen de estar detrás de un caso de corrupción que amenazaba a su gobierno, y posteriormente, las autoridades quitaron a miles de policías y funcionarios judiciales.
Los dos colaboraron para quitar a un enemigo: el ejército secular que había logrado mantener islamistas del poder desde que Ataturk fundó la moderna Turquía hace un siglo.
Gulen, ahora en el exilio autoimpuesto en Pennsylvania, construyó un imperio mundial para promover a Turquía como una potencia mundial y, en muchos lugares, se convirtió en la cara del país en el exterior.
Ahora Erdogan está movilizando los recursos del Estado turco para desmantelar ese mensaje y reemplazarlo con su marca del Islam político.
Desde 1960, Turquía ha experimentado al menos tres tomas de posesión dirigidas por el ejército.
El partido AK de Erdogan, de raíces islámicas, que llegó al poder en 2002, hizo una prioridad para frenar la influencia política de los militares.
Los líderes del golpe dijeron en un comunicado que el presidente y el partido en el poder habían violado la ley al socavar la democracia y el sistema secular del país.
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Poco después de la noticia del intento de Golpe de Estado, un desafiante Erdogan instó al público a salir a las calles y plazas públicas en resistencia.
Las mezquitas se hicieron eco de la llamada de Erdogan y la televisión local mostraron multitudes que se reúnen en Estambul, la ciudad más grande, y Ankara contra el golpe.
Horas después, la oficina de Erdogan dijo que los manifestantes debían quedarse donde están para defender al gobierno.
Los altos mandos de las fuerzas armadas y los principales partidos de la oposición de Turquía se unieron para rechazar el golpe y aliados de la OTAN de Turquía declararon su apoyo al gobierno electo.
Al romper el alba, unos 50 soldados rebeldes que habían estado bloqueando un puente sobre el Bósforo en Estambul, se mostró en la televisión dejando sus tanques y vehículos blindados de transporte con las manos levantadas.
La policía griega dijo que habían arrestado a ocho personas después de que un helicóptero del ejército turco aterrizó en el norte de Grecia.
La facción del ejército detrás de la rebelión tomó brevemente la televisión estatal para emitir una declaración del estado de guerra, diciendo que el gobierno había perdido su legitimidad. La red parecía haber sido restaurado para el control del gobierno. Pero CNN-Turk, una filial del canal de noticias de EU, dijo que los soldados entraron en su sede en Estambul.
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"El intento de golpe es impulsado por varios factores, pero principalmente el descontento con el propio Erdogan, incluyendo a su falta de protección del Estado turco de ISIS y la fallida política de Siria", dijo Theodore Karasik, un analista de Oriente Medio en Golfo Analytics de Estado en Washington.
"Los principales figuras sintieron que sus propias posiciones en la milicia estaban en peligro."
La economía se ha reducido por la llegada de casi 3 millones de refugiados que huyen de la violencia en Irak y Siria, así como un trozo diplomático resuelto recientemente con Rusia después de que aviones turcos derribaron un avión ruso que dijeron que había entrado en el espacio aéreo de la nación.
Lo que ocurrió el viernes por parte de los militares representa una mala noticia para los inversores, dijo Emad Mostaque, un estratega con sede en Londres en los mercados emergentes de la consultora Ecstrat.
Con información de Bloomberg, AP y Reuters.