La Corte Constitucional de Corea del Sur confirmó la destitución de la presidenta Park Geun-hye, primera mujer en llegar al cargo, por un escándalo de corrupción en el que están implicadas grandes empresas del país.
Pero no ha sido la única obligada a dejar el cargo derivado de escándalos de tal índole.
PRIMER VENEZOLANO EN NO TERMINAR SU MANDATO
Carlos Andrés Pérez, en 1993, fue el primer gobernante en la historia de Venezuela en ser reelegido y no terminar su mandato. Tras su reelección, asumió un plan de austeridad muy riguroso, propiciado por el Fondo Monetario Internacional, que desencadenó un movimiento popular llamado "El Caracazo".
El 26 de mayo de 1993 la Corte Suprema de Justicia ordenó un juicio en su contra por supuestas irregularidades en el manejo de fondos, un hecho sin precedentes en la historia de su país.
En agosto de ese mismo año, fue destituido por el Congreso, con lo que se convirtió en el primer gobernante del periodo democrático, que comenzó en 1958, en no terminar un mandato. Fue el 18 de mayo de 1994 la fecha en que se ordenó su detención preventiva e ingresó en la penitenciaría de El Junquito, a 20 kilómetros de Caracas.
"EL GRAN TIRANO", DESTITUIDO TRAS ESCÁNDALO
Tras una sesión de 13 horas en el Congreso peruano, y derivado de un escándalo de corrupción en el que se vio involucrado el entonces asesor de inteligencia del gobierno de Perú, Vladimiro Montesinos, se declaró vacante la jefatura de Estado y la destitución de Alberto Fujimori, en el año 2000.
Fujimori huyó a Japón, desde donde emitió una carta en la que solicitaba su renuncia, misma que fue rechazada por la oposición y se declaró la incapacidad moral de Fujimori para gobernar.
Tras la moción, diversos sectores de la población peruana estallaron de júbilo y se volcaron a las calles a celebrar la caída de quien consideran "el gran tirano".
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INDONESIA, ECUADOR Y LITUANIA TIENEN LOS SUYOS
En Indonesia, Abdurrahman Wahid, acusado de incompetencia y corrupción, fue destituido el 23 de julio del 2001 por el Parlamento.
Sin embargo, en Ecuador se han presentado dos casos de destituciones presidenciales. El 6 de febrero de 1997, al ser acusado de desvío de fondos públicos y por una "incapacidad física y mental", fue separado de sus funciones el presidente Abdalá Bucaram.
En abril del 2005, el Parlamento ecuatoriano decidió destituir al presidente Lucio Gutiérrez, señalado de colocar a allegados en la Corte Suprema de Justicia.
Mientras que, en Lituania Rolandas Paksas fue destituido el 6 de abril del 2004 por "violación grave de la Constitución y faltar al juramento constitucional" al ser acusado de conceder la nacionalidad lituana a un empresario ruso, que era su principal apoyo financiero.
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LAVADO DE DINERO Y VIOLACIÓN FISCAL EN BRASIL
En Brasil existen también dos casos de destituciones presidenciales. El primero fue Fernando Collor de Mello, en 1992. El mandatario atravesaba un periodo de escasa credibilidad, y su hermano, Pedro, reveló en una entrevista la existencia de esquema de lavado de dinero y tráfico de influencias encabezado por el tesorero de la campaña del presidente.
Collor fue acusado de haber desviado 6.5 millones de dólares a su campaña y de pagar los gastos de su residencia con el dinero de las empresas fachada de Paulo César Farias, su polémico extesorero.
Cuando recurrió al apoyo de la gente, que años antes le había dado la presidencia, los brasileños decidieron no apoyarlo y por el contrario, marcharon vestidos de negro pidiendo su destitución.
El 29 de septiembre de 1992 se abrió un juicio político en contra del presidente de Brasil y el 2 de agosto Collor quedó suspendido del cargo.
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El otro caso y más reciente fue el de Dilma Rousseff. El Senado de Brasil votó el 31 de agosto a favor de la destitución de la suspendida presidenta Dilma Rousseff, acusada de violar leyes presupuestarias, en la culminación de un juicio que paralizó a la política de la mayor economía latinoamericana por nueve meses.
Rousseff fue suspendida en mayo de 2016 a la espera del juicio político en el Senado, acusada de usar dinero de bancos estatales para aumentar el gasto durante el 2014.
La mandataria dice que el dinero no tuvo impacto en los niveles generales de déficit y que fue devuelto por completo al año siguiente.
RUMORES QUE FUERON VERDAD
En Guatemala, el 2 de septiembre de 2015 un juez ordenó la aprehensión del presidente guatemalteco Otto Pérez Molina, a quién la fiscalía acusa de tres delitos de corrupción.
Pérez Molina rechazó las acusaciones, a las que consideró rumores. Dijo que era innecesario que lo mandaran a la cárcel y reiteró su disposición a enfrentar directamente la pesquisa por corrupción.
En junio de 2016, Otto Pérez Molina fue imputado formalmente por los delitos de asociación ilícita, cohecho pasivo, lavado de dinero y enriquecimiento ilícito por su supuesta participación en una estructura criminal que saqueó al Estado guatemalteco entre 2012 y 2015.