WASHINGTON. El mandatario estadounidense Barack Obama elogió las posiciones sobre migración de los cinco aspirantes presidenciales demócratas, que apoyan con matices una reforma migratoria para legalizar a millones de indocumentados.
Obama dijo haberse sentido alentado de que durante el primer debate de los aspirantes presidenciales de su partido, el Demócrata, todos están de acuerdo en el 95 por ciento de los asuntos más importantes para el país.
"(Coincidimos) en la visión básica del país para la clase media, que asegure que todos los que trabajen duro tengan una oportunidad, que crean que la inmigración nos fortalece, más que nos debilita y que la gente debe ser tratada de manera justa e igualitaria", señaló.
Obama respondió las preguntas de los periodistas en el marco de una conferencia de prensa conjunta con la presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, donde hablaron de asuntos internacionales y nacionales.
Aunque el presidente estadounidense destacó las coincidencias generales entre él y los aspirantes demócratas, la exprimera dama Hillary Clinton se manifestó la semana pasada contra el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP).
Consultado sobre esa discrepancia, Obama rechazó entrar a un debate con Clinton y adelantó que "probablemente no estaré comentando cada enunciado o decisión que hagan los candidatos".
"Creo que es natural y apropiado que los candidatos hagan campaña con su propia visión y su propia plataforma", indicó.
En igual sentido evitó responder a los cuestionamientos sobre si sería conveniente que su vicepresidente Joe Biden, ingrese a la carrera presidencial por la Casa Blanca en las elecciones de noviembre de 2016.
"No voy a comentar sobre lo que Joe haga o no haga. Creo que ustedes pueden dirigir esas preguntas a mi vicepresidente", se limitó a señalar.
Biden no participó en el primer debate demócrata, realizado en Las Vegas, Nevada, por la cadena CNN, aunque estaba reservado un podio para el vicepresidente en caso que cambiara de opinión de último momento.
Durante el foro, tanto Hillary Clinton como Bernie Sanders, Martin O'Malley, Jim Webb y Lincoln Chafee coincidieron, con matices, en respaldar a una amplia reforma migratoria que legalice a 11 millones de indocumentados en el país.
Clinton dijo que iría mucho más allá que las acciones ejecutivas del presidente Obama y que buscaría asegurar que todos los niños sin excepción tengan atención a la salud, un punto en el que se debería incluir a los niños indocumentados.
Sanders recordó, por su parte, que en el 2007 votó en contra de una propuesta de reforma migratoria porque advirtió que ésta "establecía condiciones casi de esclavitud a trabajadores huéspedes".