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Morales sería presidente de Bolivia por tercera ocasión: sondeo

El carismático ex sindicalista cocalero cuenta con una ventaja de 40 puntos en los sondeos para lograr su tercer mandato consecutivo, en el que los analistas esperan que siga aumentando el rol del Estado en la economía pero con una mayor apertura hacia el sector privado y la inversión extranjera.

La PAZ.- En Bolivia se realizan las elecciones presidenciales que concederían una contundente reelección a Evo Morales, impulsado por una bonanza económica que en nueve años de "socialismo originario" abatió la pobreza a mínimos históricos.

El carismático ex sindicalista cocalero cuenta con una ventaja de 40 puntos en los sondeos para lograr su tercer mandato consecutivo, en el que los analistas esperan que siga aumentando el rol del Estado en la economía pero con una mayor apertura hacia el sector privado y la inversión extranjera.

Desde las cumbres andinas a la selva amazónica, poco más de 6 millones de bolivianos estaban convocados a las urnas a emitir su voto obligatorio, en medio de una nutrida presencia policial.


"Yo (voté) por el presidente Morales. No quiero que volvamos al pasado con esos candidatos de derecha", dijo Flavia Núñez, una oficinista de 50 años.

Morales, un indígena aimara que gobierna un país donde los pueblos originarios representan la mayoría de la población, ha nacionalizado empresas en sectores como hidrocarburos, minería y telecomunicaciones.

Eso le permitió subir el gasto público y financiar planes sociales para madres solteras, ancianos y estudiantes, que bajaron la pobreza en más de 15 puntos porcentuales.

Además construyó carreteras y escuelas, y acometió ambiciosos proyectos como el lanzamiento del satélite Túpac Katari o el teleférico La Paz-El Alto, considerado el más extenso del mundo.

Morales llevó a Bolivia al club de países "socialistas y antiimperialistas" que durante la última década ha desafiado la influencia de Washington, pero se ganó al mismo tiempo los elogios de Wall Street por su disciplina fiscal y críticas de sectores de la izquierda que exigen más radicalismo económico.

"Vengo como uno más de los ciudadanos, hermanos y hermanas, a votar", dijo Morales el domingo en un centro de votación en El Chapare, una región selvática donde fue cocalero, y desde donde lanzó críticas a sus opositores.

Las elecciones se llevaban a cabo en el día que se conmemora el descubrimiento de América, una fecha que fue rebautizada por Morales como el "Día de la Descolonización".

Las urnas se cerrarán a las 16.00 hora local (2000 GMT), y por primera vez la numerosa comunidad de emigrantes bolivianos sufragaba. Morales dijo que el Tribunal Supremo Electoral difundirá las primeras cifras oficiales a las 20.00 hora local.

"PODEMOS ESTAR MEJOR"

El Movimiento Al Socialismo (MAS) de Morales aspira a revalidar también su absoluto dominio del poder legislativo favorecido por la fragmentación del voto opositor, después de que sus adversarios fueran incapaces de sellar una alianza para enfrentar la supremacía política y financiera del oficialismo.

"No hemos visto ningún componente peligroso para que haya un fraude electoral", dijo a Reuters el ex presidente guatemalteco Álvaro Colom, jefe de la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), sobre las denuncias de irregularidades y abusos en la campaña presidencial.

El magnate cementero Samuel Doria Medina, en un lejano segundo lugar en las encuestas, busca por tercera vez desbancar al mandatario en las urnas después de una campaña en la que cargó contra lo que asegura es el caótico estado de la justicia, la corrupción y el clientelismo en la administración pública.

"Las encuestas tienen un error de 33 por ciento, por eso estamos con mucho optimismo. Este va a ser un día histórico", dijo Doria Medina tras sufragar en el sur de La Paz.

Morales, que asumió en el 2006 como el primer presidente indígena de Sudamérica, aún tiene muchos retos pendientes si gana un nuevo mandato de cinco años hasta el 2020, que ha prometido sería el último.

El país sigue dependiendo casi exclusivamente de las exportaciones de gas y no ha logrado un avanzar en una industrialización sostenida, el combate contra el narcotráfico se hace cada vez más difícil en el tercer mayor productor mundial de cocaína, y las protestas laborales -desde médicos a mineros- se multiplican en las calles.

"No me gusta un país endeudado y menos con China. No es un endeudamiento productivo y al final terminas en default como la Argentina", dijo Luis Roca, un gestor bancario de 40 años que iba a votar por Doria Medina, sin muchas esperanzas de que se consagrara.

"El Gobierno va a ganar por los bonos (planes de asistencia social) porque al ser humano le gusta que le den regalos", acotó.

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