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HARARE.- El presidente Emmerson Mnangagwa llamó este viernes a Zimbabue a unirse tras ser declarado ganador de las elecciones nacionales, pero el líder de la oposición cuestionó los datos y exigió que se difundan resultados "correctos y verificados".
En la conferencia de presa del otro candidato presidencial opositor, Nelson Chamisa, en la que anunciaba que impugnaría la elección, la policía irrumpió con garrotes y escudos.
La elección, la primera desde que el Ejército derrocó a Robert Mugabe, de 94 años, del cargo en noviembre, fue relativamente tranquila y elevó las esperanzas de un cambio con respecto a una historia de comicios violentos y polémicos.
Pero la represión del Ejército contra la oposición, en la cual seis personas murieron, y los reclamos opositores revelan las profundas grietas en la sociedad zimbabuense gestadas durante las cuatro décadas de Mugabe en el poder, cuando las fuerzas de seguridad eran sinónimo de mano dura.
Después de tres días de reclamos y contrareclamos, Mnangagwa, de 75 años y exjefe de espías del Gobierno de Mugabe, se aseguró la victoria.
Mnangagwa obtuvo 2.46 millones de votos contra 2.15 millones del líder de la oposición Nelson Chamisa, de 40 años, anunció la Comisión Electoral de Zimbabue (ZEC, por su sigla en inglés) a primera hora del viernes.
"Este es un nuevo comienzo. Unamos nuestras manos, en paz, unidad y amor, y construyamos juntos un nuevo Zimbabue para todos", dijo Mnangagwa en Twitter.
Pero sus esfuerzos por rehabilitar la imagen de un país que es sinónimo de represión política y colapso económico también quedaron minados por una redada policial en la sede central del Movimiento por el Cambio Democrático (MDC) de Chamisa.
Mnangagwa obtuvo el 50.8 por ciento de los votos, justo por encima de la marca del 50 por ciento necesaria para evitar una segunda vuelta. Las demoras en la difusión de los resultados presidenciales y el ajustado margen de la victoria alimentaron las acusaciones de manipulación de la oposición.