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Mexico Beach prácticamente desaparece tras paso de 'Michael'

Los daños en Mexico Beach y Panama City, donde Michael tocó tierra, eran tan grandes que los árboles rotos y arrancados y las líneas eléctricas caídas estaban por todas partes.

El feroz e histórico huracán illegó ayer a las Carolinas después de atravesar Florida y Georgia, donde devastó centenares de viviendas, dejó bajo el agua a barrios enteros y provocó la muerte de al menos seis personas, incluida una niña de 11 años. Además unas 900 mil viviendas en Florida, Georgia y Alabama quedaron sin electricidad.

El gobernador de Virginia, Ralph Northam, declaró el estado de emergencia anticipándose a la llegada de la tormenta e instó a los ciudadanos a prepararse para posibles inundaciones, vientos fuertes, tornados y cortes de energía.

A pesar de que durante la noche del miércoles Michael se convirtió en tormenta tropical, los habitantes de las Carolinas, apenas recuperándose de los daños causados por la tormenta Florence, enfrentaban vientos de 85 kilómetros por hora y torrenciales lluvias, que según los meteorólogos dejaría unos 18 centímetros de agua, antes de volver al mar por la noche.

Con el amanecer del jueves, los residentes en el norte de Florida comenzaron a ser conscientes del alcance del desastre. Los daños en Mexico Beach y Panama City, donde Michael tocó tierra el miércoles por la tarde como huracán categoría 4, eran tan grandes que los árboles rotos y arrancados y las líneas eléctricas caídas estaban por todas partes.

Los tejados salieron volando y las viviendas quedaron partidas por árboles caídos, mientras que torcidas señales de tránsito estaban tiradas sobre el piso y más de 380 mil viviendas y negocios se quedaron sin electricidad en el punto álgido del paso del huracán.

Los barcos fueron arrojados como si fueran juguetes y parecía que había caído una bomba en las calles más cercanas al mar. Lo que la marejada ciclónica de 2.7 metros no destruyó, lo hicieron los vientos de 250 kilómetros por hora.

Los rescatistas y residentes tenían problema para llegar a la villa devastada para evaluar la magnitud del daño y buscar a los cientos de personas que se cree se quedaron en sus casas durante el paso de la tormenta.

Los funcionarios de Mexico Beach informaron que 285 personas de la localidad se rehusaron a abandonar la zona antes de la llegada del huracán, pese a que había una orden obligatoria de evacuación. Un equipo de la Guardia Nacional arribó al área y encontró a 20 sobrevivientes durante la noche. Se desconocía el destino de muchos otros residentes, señalaron las autoridades.

Conforme policías y equipos médicos se desplegaban, el gobernador de Florida, Rick Scott, suplicó a la gente de las zonas devastadas que, por el momento, se mantuvieran lejos debido a árboles y cables de luz caídos, y otros escombros.

"Sé que sólo quieren ir a casa. Quieren revisar sus cosas y comenzar con el proceso de recuperación, pero tenemos que cerciorarnos de que sea seguro", dijo.

El gobernador añadió que la zona noroeste del Estado, conocida como Panhandle, sufrió una "destrucción inimaginable".

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