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Máximo comandante en Afganistán es absuelto en investigación del Pentágono


 
Reuters
 
El comandante de las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN en Afganistán, general John Allen, fue absuelto por investigadores del Pentágono de las acusaciones de mala conducta profesional por sus mensajes de correo electrónicos con una mujer de Florida, dijeron el martes funcionarios estadounidenses.
 
La decisión del Inspector General del Departamento de Defensa ayuda a levantar una nube que había sobre Allen, quien está casado y tiene dos hijas, desde que se vio indirectamente envuelto en un escándalo que obligó a David Petraeus a renunciar como director de la CIA en noviembre.
 
También podría resucitar la carrera militar del general de cuatro estrellas, aunque un funcionario estadounidense dijo a que, hasta la tarde del martes, no se había tomado una decisión sobre si seguir adelante con la nominación de Allen para que se convierta en el mayor comandante militar del país en Europa.
 
El presidente Barack Obama puso la nominación en espera cuando se anunció la investigación en noviembre, aún cuando expresó su confianza en la capacidad de Allen de cumplir los últimos meses de su comando en Afganistán.
 
"La investigación ha concluido recientemente, no se han tomado decisiones sobre si seguir adelante con la nominación", dijo el funcionario, quien habló bajo condición de anonimato. "Pero es completamente posible que pueda seguir adelante en los próximos días o semanas", agregó.
 
La investigación del Pentágono se centró en los correos electrónicos entre Allen y Jill Kelly, una residente de Tampa, Florida, que conoció a Allen cuando sirvió como el número dos del Comando Central del Ejército de Estados Unidos, con sede en Tampa, desde julio del 2008 a junio del 2011.
 
Los correos entre Kelley y Allen salieron a la luz cuando el FBI investigó las acusaciones de Kelley de que recibió correos electrónicos anónimos que la amenazaban por su relación con Petraeus. Esos correos llevaron al FBI a revelar una aventura extramarital entre Petraeus y su biógrafa, Paula Broadwell.
 
Pero las preguntas sobre la naturaleza de los correos electrónicos entre Kelley y Allen llevaron al secretario de Defensa Leon Panetta a ordenar una investigación del Pentágono, una medida que creó múltiples especulaciones sobre su relación.
 
Kelley, en un artículo que escribió con su marido Scott y que fue publicado en el sitio en internet del Washington Post, dijo "la insinuación de que Jill estuvo involucrada en una aventura extramarital es ridícula y dañina para nuestra familia".
 
La investigación también tuvo un costo para Allen. Como mínimo, limitó sus contactos con la prensa mientras concluía su período en Afganistán y preparaba las opciones para presentarle a Obama sobre el futuro de la presencia militar de Estados Unidos en el país una vez que la OTAN declare terminada la misión de combate a fines del 2014.
 
La Casa Blanca está considerando opciones para mantener entre 3,000 y 9,000 soldados en Afganistán, han dicho funcionarios, una cifra menor a la que Allen había recomendado inicialmente.
 
El portavoz de Panetta dijo que el secretario estaba "satisfecho de saber que las acusaciones de mala conducta profesional no fueron confirmadas por la investigación".
 
"El secretario tiene plena confianza en el continuo liderazgo del general Allen", dijo el portavoz George Little.
 
Si su nominación sigue adelante, Allen aún podría enfrentar preguntas sobre el intercambio de correos electrónicos en una audiencia de confirmación en el Senado para el cargo de jefe del comando europeo de Estados Unidos y Comandante Aliado Supremo en Europa.
 

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