WARRI, Nigeria.- La armada nigeriana informó que destruyó 260 refinerías ilegales y quemó unas 100,000 toneladas de crudo de contrabando, pero los críticos dicen que esta focalización en delincuentes de poca monta está dejando libres a los mayores culpables del robo de petróleo: cárteles con conexiones políticas que colocan su producto en el mercado internacional.
Misiones similares han fracasado en los intentos por frenar el robo, calculado en más de 20 millones de dólares diarios. Shell Nigeria, el operador más grande de la nación de África Occidental, dijo que en 2013 perdió 1,000 millones de dólares debido a los robos de petróleo.
El domingo, Shell confirmó que una fuga en un oleoducto submarino obligó a cerrar su terminal de exportación Forcados, una instalación enorme con capacidad de manejar 400,000 barriles de crudo al día. El portavoz Precious Okolobo dijo que la terminal fue cerrada el 4 de marzo y que aún se investiga la causa de la fuga.
El capitán de la armada nigeriana Musa Gemu dijo que sus marineros del navío Delta destruyeron el viernes por la noche unas 260 refinerías en el área de Warri, en la región meridional del delta del río Níger, y que detuvieron a cinco sospechosos.
Los ladrones pueden reconstruir las refinerías en cuestión de días.
Un ex miliciano de la zona, Cross Ebikpade, dijo que los ataques como el reportado por la armada tienen poco efecto, pues las operaciones primitivas recurren a materiales como tambores metálicos que son disponibles fácilmente localmente. "Pueden quemar el sitio hoy, pero la semana que viene los operadores estarán haciendo negocios de nuevo", añadió.
Los residentes del delta del Níger han dicho a The Associated Press que tienen derecho al petróleo robado porque han recibido poco a cambio pese a décadas de derrames de petróleo y quema de gas que han corrompido su entorno, matando peces y dañando campos agrícolas.