Mundo

Trump y la mariguana recreativa, una pesadilla logística

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo durante su campaña electoral que el uso recreativo de la marihuana era un "mal" experimento, pero desaparecer este sector de la industria del cannabis equivaldría a eliminar 18 mil empleos. 

En lo que respecta a la marihuana, el uso médico es bueno, pero el recreativo es malo, según el secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer. En la tienda Green Man Cannabis, en Denver, la diferencia no es mayor que el espacio entre las cajas registradoras.

"Aquí los mercados son prácticamente indistinguibles", dijo Christian Hageseth, máximo ejecutivo de Green Man, refiriéndose a Colorado. "Hay algunas personas que solo venden para el mercado recreativo y otras que solo venden para el medicinal, pero la mayoría nos dedicamos a los dos".

Si llega a adoptarse, la distinción que Spicer hizo la semana pasada entre el cannabis de uso médico y el de uso recreativo podría convertirse en un dolor de cabeza para los legisladores y en un gran problema para las empresas. La criminalización del mercado recreativo, que es legal en ocho estados y en Washington, D.C.,

Esto significaría pérdidas de alrededor de 33 mil millones en los próximos cinco años, sin contar con las posibles ganancias en el mercado medicinal, según cálculos de Bloomberg basados en datos de Arcview Market Research. En Colorado, con más de 25 mil personas con empleos directos en la industria del cannabis, ilegalizar el uso recreativo podría hacer desaparecer hasta 18 mil puestos de trabajo, dijo Hageseth.

"Falta de entendimiento"

"Los comentarios del señor Spicer muestran una profunda falta de entendimiento por parte de la administración acerca de cómo está regulada e implementada la normativa de la marihuana a nivel de estados", señaló John Hudak, miembro sénior de Brookings Institution. "Hay grandes diferencias reguladoras entre unos estados y otros. Los comentarios realizados desde el estrado fueron excesivamente simplistas".

El presidente Donald Trump separó la marihuana para uso médico de la de uso recreativo durante su campaña. Dijo que estaba a favor al "cien por ciento" de la primera, pero denominó a la segunda un "mal" experimento. Sin embargo, dijo, debe decidirse en los estados.

El cannabis es legal para uso médico y recreativo en California, Oregón, Washington, Nevada, Colorado, Massachusetts, Maine, Alaska y Washington, D.C., y ha sido aprobado solo para fines medicinales en otros 20 estados, pero la marihuana no es legal para ningún propósito bajo la ley federal.

Y aunque las declaraciones de Spicer (y los comentarios de Trump durante la campaña) parecen demostrar que la administración está abierta al uso medicinal de la marihuana, el fiscal general Jeff Sessions podría tener otras ideas.

Sessions, que tiene el poder de restringir la industria de la marihuana, indicó en una reunión de fiscales generales celebrada en Washington el martes que eliminaría la estrategia no intervencionista sobre la legislación estatal de la administración Obama.

Los funcionarios de orden público necesitan ocuparse del aumento del uso ilegal de drogas, que incluye la heroína y la marihuana, y los argumentos de que la hierba ayuda a remediar el abuso de opiáceos o posee otras propiedades medicinales son "desesperados", afirmó.

También lee: