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Las negociaciones secretas que destrabaron la relación EU-Cuba

Empleados de la administración estadounidense revelaron que durante 18 meses funcionarios de ambos países llevaron a cabo conversaciones secretas impulsadas por la intervención del Papa Francisco.

El presidente Barack Obama y su similar de Cuba, Raúl Castro, sellaron un acuerdo histórico ayer durante una llamada telefónica de casi una hora de duración, coronando los 18 meses de diplomacia secreta estimulada por la intervención del Papa Francisco para terminar con el aislamiento de Cuba.


Esta fue la primera vez que líderes de ambas naciones tuvieron discusiones sustantivas desde la revolución cubana en la década de los 50, según la Casa Blanca. Sin embargo, no fue la primera vez que Obama y Castro habían hablado.

Obama saludó de mano e intercambió algunas palabras con Castro durante la ceremonia por el fallecimiento del líder sudafricano Nelson Mandela en Johannesburgo en 2013.

Lo que el mundo no sabía era que las negociaciones secretas ya se habían llevado a cabo durante gran parte de ese año. Obama autorizó pláticas de alto nivel guiadas a normalizar las relaciones diplomáticas a principios de 2013. El presidente designó a Ben Rhodes, asesor adjunto de seguridad nacional, y a Ricardo Zuñiga, director senior de Asuntos del Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional, para participar en estas conversaciones.

El esfuerzo fue respaldado por Canadá y El Vaticano, con el Papa Francisco jugando un papel clave para trabajar en las medidas anunciadas por los dos gobiernos, dijo una fuente de la administración estadounidense.

El líder católico hizo un llamado personal a Castro para la liberación de Alan Gross, y a Obama para liberar a los cubanos presos como una manera para estimular un acercamiento más amplio entre los países, dijo un funcionario.

Hubo encuentros secretos entre empleados de Estados Unidos y Cuba, primero en Canadá y después en El Vaticano, para trabajar en las medidas anunciadas por los dos gobiernos, de acuerdo con un empleado, que al igual que los otros hablaron en condición de anonimato.

LLAMADAS DE KERRY

En el verano, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, tuvo cuatro llamadas secretas con el ministro cubano de Exteriores, Bruno Rodríguez, para enfocarse exclusivamente en la liberación de Gross, señaló un empleado del Departamento de Estado.

En una de esas llamadas, Kerry advirtió a su par cubano que si algo salía mal con Gross, la relación de la isla con Estados Unidos podría nunca llegar.

La política de Cuba surgió en la primera reunión que Kerry y Obama tuvieron para discutir su posible postulación para reemplazar a Hillary Clinton como secretaria de Estado, dijo el funcionario del Departamento de Estado. Ambos indicaron entonces que la política existente estaba perjudicando los intereses de Estados Unidos, según la fuente.

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