Un juez español ordenó este lunes que dos líderes del movimiento independentista de Cataluña sean encarcelados mientras se les investiga por posibles cargos de sedición.
El juez ordenó cárcel para Jordi Sánchez, de la Asamblea Nacional Catalana, y para Jordi Cuixart, del grupo Ómnium Cultural, después de interrogarlos a ellos y a dos oficiales judiciales.
La Audiencia Nacional de Madrid investiga el papel que tuvieron los cuatro imputados en las manifestaciones del 20 y 21 de septiembre en Barcelona.
La policía arrestó a varios funcionarios catalanes y allanó oficinas en esas fechas como parte de la batida del gobierno central contra los preparativos del referéndum independentista del 1 de octubre.
Horas antes, el juez falló que el jefe de la policía regional de Cataluña, Josep Lluis Trapero, y su colega, la teniente Teresa Laplana, podían enfrentar su proceso en libertad bajo ciertas condiciones, como entregar sus pasaportes y presentarse en el tribunal cada dos semanas.
La fuerza policial de Cataluña, conocida como los Mossos d'Esquadra, se ha convertido en un elemento clave en la batalla por el control de la región mientras el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, trata de persuadir al presidente regional Carles Puigdemont para que deje sus pretensiones de independencia.
Este lunes, Rajoy dio a Puigdemont tres días para retirar su reclamo de que Cataluña se ha ganado el derecho de establecer una nueva república o arriesgarse a que Madrid tome el control directo de la región.
El último plazo de Rajoy expira el jueves a las 10:00 horas y el canal de televisión controlado por el gobierno catalán informó que Puigdemont puede dejarlo pasar sin hacer ninguna declaración. La legislatura regional canceló una sesión plenaria que comenzaría el miércoles en espera de la siguiente decisión de Rajoy.
Trapero se convirtió en un héroe local en Cataluña después de afirmar la autoridad de la policía regional durante la respuesta a los ataques terroristas en agosto y algunos manifestantes independentistas llevaron camisetas con su cara durante las demostraciones.
El líder policial terminó en la investigación de sedición de la Audiencia Nacional cuando se abrieron divisiones entre la policía española y los Mossos antes del referéndum el 1 de octubre.
Con información de AP y Bloomberg.
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