JERUSALÉN. Decenas de miles de personas se unieron en una manifestación de duelo nacional el martes en el entierro de los tres adolescentes israelíes de cuyo secuestro y muerte Israel culpa al grupo islamista palestino Hamás.
En un cementerio en el centro del país, el presidente Simon Peres, un veterano estadista generalmente moderado en sus reacciones, se hizo eco de las promesas oficiales de castigar a Hamás.
"Sé que se encontrará a los asesinos. Israel actuará con mano dura hasta que el terror sea arrancado de raíz", dijo en la ceremonia en Modi'in, un pueblo entre Jerusalén y Tel Aviv.
Israel bombardeó docenas de lugares en la franja de Gaza el martes, hiriendo a dos palestinos, en un ataque a Hamás el día después de hallar los cadáveres de los tres estudiantes de un seminario judío bajo un montón de piedras, cerca de la localidad cisjordana de Hebrón, no muy lejos de donde desaparecieron el 12 de junio.
El gabinete de seguridad de Israel, que se reunió por segunda vez en la semana el martes, estaba dividido sobre la perspectiva de llevar a cabo más acciones en el enclave costero y en la ocupada Cisjordania, dijeron las autoridades.
Estados Unidos y Egipto, una potencia regional mediadora, instaron a la contención.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió que Hamás pagaría por el asesinato de los tres estudiantes y antes de la reunión del martes reiteró que Israel "debe golpear duro a la gente de Hamás y las infraestructuras en Cisjordania", y que sopesaría más ataques para impedir el lanzamiento de más cohetes desde Gaza al sur de Israel.
Justo antes del funeral, las televisiones israelíes hicieron pública una grabación de una llamada desde un teléfono móvil que uno de los adolescentes hizo al número de emergencias de la policía.
"Me han secuestrado", dijo el joven. Órdenes gritadas en árabe con acento hebreo - "la cabeza abajo, la cabeza abajo" - y el sonido de lo que parecieron ser disparos amortiguados se escucharon antes de que terminara la llamada.
ATAQUE A GAZA
El Ejército dijo que los aviones habían atacado 34 puntos, en su mayoría pertenecientes a Hamás, aunque su comunicado no relacionó los ataques aéreos con los secuestros.
Médicos palestinos dijeron que dos personas resultaron levemente heridas.
El Ejército citó 18 cohetes lanzados por palestinos contra Israel desde Gaza en los últimos dos días, que las autoridades israelíes atribuyen a Hamas.
El grupo islamista ni ha confirmado ni negado las acusaciones de Israel sobre su papel en la desaparición de los estudiantes cuando hacían autostop cerca de un asentamiento judío el 12 de junio ni sobre los
cohetes lanzados desde Gaza.
En la reunión del gabinete de seguridad, el Ejército propuso "acciones calculadas y moderadas" contra los extremistas en Cisjordania en respuesta a las muertes de los adolescentes, dijeron las autoridades.
Cualquier campaña sostenida podría minar al presidente palestino, Mahmoud Abbas, que cuenta con el respaldo de Occidente.
Pero el gabinete no estuvo de acuerdo sobre el curso futuro de las acciones, añadieron los funcionarios.
FIN AL ACUERDO
A partir de los secuestros, Netanyahu demandó a Abbas que anule un acuerdo de reconciliación que había alcanzado en abril con Hamás, su rival, que llevó a un Gobierno de unidad palestino el 2 de junio.
Un diplomático árabe familiarizado con la mediación egipcia entre Israel y los palestinos dijo que El Cairo, haciéndose eco de Washington, dijo que esperaba que el Gobierno de Netanyahu se manejara cuidadosamente.
En Cisjordania, un portavoz militar israelí dijo que las tropas abrieron fuego el martes contra un hombre, identificado por las autoridades palestinas como Yousouf Al-Zagha, de 19 años, que lanzó una granada contra los soldados que trataban de arrestar a un activista en el campamento de refugiados de Yenín.
Un testigo palestino dijo que Zagha era un transeúnte inocente.
Los hombres a los que Israel acusa de llevar a cabo los secuestros siguen prófugos. Los medios israelíes dicen que el avance en el caso se produjo después de que los parientes fueran interrogados.
Las tropas llevaron a cabo explosiones el lunes en las casas de las familias de los supuestos secuestradores, dijo una portavoz del Ejército. La otra propiedad estaba en llamas tras una explosión. Los vecinos dijeron que ambas casas estaban vacías.
"Este tipo de actos son un pecado, seas musulmán o judío. Han asustado mucho a los niños", dijo Um Sharif, madre de uno de los supuestos secuestradores sobre los daños causados en su casa. Añadió que no creía que su hijo estuviera implicado.
Hamás se ha visto sacudido por el arresto de docenas de activistas en una operación militar israelí en Cisjordania en las últimas tres semanas durante la búsqueda de los adolescentes.
Hasta seis palestinos murieron como resultado de la operación israelí, dijeron los residentes locales.
Tras conocerse la muerte de los adolescentes se sucedieron los mensajes de condolencia por parte de dirigentes extranjeros.
"Estados Unidos condena en los términos más duros posibles este acto de terror sin sentido contra unos jóvenes inocentes", dijo el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en un comunicado.