AP
El jefe del ejército indio acusó a Pakistán de planificar un ataque en el que murieron 2 soldados indios en la región de Cachemira, y advirtió que podría adoptar represalias.
La advertencia del general Bikram Singh indica sin género de dudas que la India considera el ataque del 8 de enero una provocación ideada y no un encuentro fortuito parecido a los que suelen ocurrir a lo largo de la llamada línea de control, que forma la frontera de facto entre ambas naciones en la región himalaya.
Pakistán no respondió a los comentarios.
El episodio comenzó el 6 de enero, cuando Pakistán acusó a los soldados indios de atacar un puerto militar y matar un soldado. La India rechazó la acusación y mencionó que sus hombres dispararon contra el otro lado de la frontera en respuesta al cañoneo paquistaní que destruyó una casa en una aldea india.
El 8 de enero, India sostuvo que soldados de Pakistán, al amparo de una espesa niebla, cruzaron la frontera y mataron a 2 soldados indios, decapitando a uno de ellos.
Pakistán niega las acusaciones de la India y ha sugerido que los delegados de la ONU en la región investiguen el caso, una petición que la India rechaza porque no desea la internacionalización del conflicto.
"El ataque del 8 de enero fue premeditado, una actividad planeada de antemano. Dicha operación requiere planificar y un reconocimiento detallado", dijo Singh a los periodistas. Agregó que la India se reserva el derecho a responder al ataque "en el lugar y el momento de su elección".