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¿Es viable el impuesto a las remesas?

El posible impuesto del 2% al dinero que envían los latinoamericanos desde Estados Unidos podría significar que el gobierno estadounidense capte 600 millones de dólares al año.

La propuesta de gravar las remesas de los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos es controversial pero en igual magnitud complicada de proceder tanto por la vía política como legal.

Pero de aplicarse, tendría mayor impacto entre los indocumentados que tienen los salarios más bajos y ante el mayor costo dejarían de mandar dinero a sus familias, expuso Manuel Orozco, director del Programa de Migración, Remesas y Desarrollo en el Diálogo Inter-Americano.

Esta semana el legislador republicano, Mike Rogers, dijo que propondrá gravar con una tasa de 2 por ciento las remesas para financiar el muro que propone el presidente Donald Trump

De ser aprobada la iniciativa de imponer un impuesto del 2 por ciento a las remesas que salen de Estados Unidos, afectaría a todas las poblaciones, al menos en principio, dijo a EL FINANCIERO.

Los inmigrantes sin papeles, que serían sujetos a este impuesto, representan un poco más del 60 por ciento de los Latinoamericanos, y envían alrededor de 30 mil millones de dólares anuales. Un impuesto del 2 por ciento captaría 600 millones de dólares al año.

"La imposición regresiva de este impuesto afectará el ingreso de ellos, y ésta es una consecuencia seria para una población que ya de por sí es muy vulnerable económicamente. Al menos uno de cada tres es financieramente vulnerable explicado por bajos ingresos, debido a que ganan un poco menos de 25 por ciento de lo que se paga a un documentado", explicó.

Hay otras consecuencias al introducir este impuesto y se refiere a que muchos pueden optar por el uso de sistemas informales no monitoreados por el gobierno, y que se pueden prestar a actividades o redes ilícitas.

Indicó que la propuesta refleja un esfuerzo de politizar un tema controversial y dada la incertidumbre que existe en el sistema político, tanto en el Congreso, las cortes e incluso dentro del Ejecutivo.


En el aspecto político, introducir una propuesta de ley sobre un impuesto a las remesas generará otra polarización contra los demócratas, en un momento cuando los republicanos necesitan alianzas para temas más importantes como son las reformas tributarias, la reformulación de un proyecto de salud, la preparación de un nuevo presupuesto.

"Además, no todos los republicanos creen en crear más impuestos y en el discurso anti/inmigracionista. El nivel de capital político necesario no está presente y es poco probable que tal propuesta pasé a más allá de un comité", señaló Orozco.

En lo que respecta a lo legal, el especialista considera que el ámbito de acción para introducir tal iniciativa es complicado porque en primer lugar no existe un precedente legal en donde se imponga un impuesto a una nacionalidad (no país) específica en discriminación sobre otras, en este caso, México.

Además, la imposición tributaria del 2 por ciento no puede ser un ejercicio arbitrario sino basado en una lógica vinculante a un propósito específico.

La construcción de un muro fronterizo el cual se argumenta está realizándose para seguridad nacional no se vincula con el status legal de migrantes Latinonamericanos.

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