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Gobierno sirio usó bombas de racimo en zona sitiada: Amnistía

El organismo documentó con entrevistas y verificaciones de videos publicados en internet y fotografías que al menos 10 civiles fallecieron en noviembre por el uso de municiones de racimo de fabricación soviética por parte del gobierno.

BEIRUT.-  El gobierno sirio empleó bombas de racimo, prohibidas a nivel internacional, en ataques sobre un sitiado suburbio rebelde de Damasco, dijo Amnistía Internacional, denunciando al ejecutivo de Bashar al-Assad de cometer crímenes de guerra a "una escala épica".

Ghouta Oriental, un vecindario al noreste de la capital siria controlado por los rebeldes, está bajo un estricto sitio desde 2013 y enfrenta una crisis humanitaria, incluyendo la mayor tasa de malnutrición desde el inicio del conflicto en 2011.

Se cree que en la zona hay 400 mil civiles atrapados, la mitad de ellos menores.

Al menos 10 civiles fallecieron en noviembre por el uso de municiones de racimo de fabricación soviética por parte del gobierno, explicó Amnistía, que basó su denuncia en entrevistas con activistas de la zona, verificaciones de videos publicados en internet y fotografías.

Este tipo de armas suponen un grave peligro para los civiles porque no carácter indiscriminado, explicó Amnistía.








"El gobierno de Siria ha mostrado un gran desprecio por las vidas de los cientos de miles de personas que viven en Ghouta Oriental", dijo Philip Luther, director de investigación y defensa para Oriente Medio y el Norte de África en Amnistía Internacional.

"Pero esta reciente escalada en los ataques, claramente dirigidos contra civiles e infraestructuras civiles y utilizando municiones de racimo, prohibidas a nivel internacional, es horrible".

Las bombas de racimo aparecieron por primera vez en Siria luego del inicio de la ofensiva aérea rusa contra grupos antigubernamentales en septiembre de 2015, agregó la ONG. Testigos entrevistados por Amnistía dijeron haber visto proyectiles con esta munición _ pequeñas bombas atadas a paracaídas _ en un mercado y zonas residenciales muy concurridas.

Naciones Unidas mostró su preocupación por la violencia que se registra en Ghouta Oriental, que se intensificó desde el 14 de noviembre.

Al menos 150 civiles, incluyendo 35 menores, perdieron la vida en el suburbio desde el 14 de noviembre, cuando comenzó una renovada ronda de intensos combates, explicó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un grupo con sede en Gran Bretaña que monitorea el conflicto.

Rusia reportó a la ONU el martes que el gobierno sirio accedió a una tregua de 48 horas en la zona coincidiendo con el inicio de una nueva ronda de conversaciones de paz patrocinadas por el ente en Ginebra.

Los diplomáticos esperan que los bandos enfrentados en Siria estén listos para hacer algunos avances en el diálogo, que comenzó oficialmente con la llegada de la delegación de Damasco a Suiza el miércoles. Sin embargo, hay poco optimismo con que estas conversaciones, las octavas por el momento, puedan alcanzar ningún logro significativo.

Los representantes de Damasco y de la oposición se reunirán por separado el jueves con el enviado de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, en Ginebra.

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