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Gobierno de Japón abandona 70 años de pacifismo

El primer ministro nipón, Shinzo Abe, aceptó que la reforma militar refuerza la alianza de Tokio con Washington, ya que permitirá a ambos ayudarse mutuamente en caso de emergencia. 

TOKIO.- En medio de numerosas protestas en todo Japón, entró ayer en vigor la enmienda constitucional por la cual, por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas armadas niponas podrán actuar en el extranjero, un cambio significativo en el pacifismo que caracterizó al país en casi 70 años.

La nueva ley de Defensa permitirá al Ejercicio de la Defensa Colectiva proporcionar ayuda a Estados Unidos y otras naciones amigas que estuvieran bajo ataque armado, incluso si el propio Japón no es atacado.

Los miembros de las fuerzas que participen en misiones de mantenimiento de la paz de la Naciones Unidas (ONU) podrán, además, utilizar sus armas para ir al rescate de soldados extranjeros que se encuentren bajo el ataque de cualquier grupo armado o de ciudadanos japoneses secuestrados en el extranjero.

Hasta ahora, esta opción estaba vetada por el artículo 9 de la Constitución que Japón adoptó a instancias de la ocupación estadounidense tras su derrota en la Segunda Guerra Mundial, y que sólo permitía al país usar la fuerza para defenderse.

Se espera que en los próximos tres meses el gobierno de Tokio diseñe nuevas reglas para la realización de las futuras tareas militares.

Se tiene previsto además, que los simulacros basados en este nuevo sistema se inicien este año.

La nueva legislación fue aprobada en septiembre pasado por un comité del Senado japonés en medio del caos luego de que los legisladores de oposición subieron a la tribuna en busca de anular la votación, que finalmente fue impuesta por el gobernante Partido Liberal Democrático y su socio de coalición, el partido Komeito, con mayoría en ambas cámaras del legislativo.

Los defensores dicen que se necesitan los proyectos de ley para enfrentar la situación que atraviesa Japón ante el aumento de la presencia militar de China y la amenaza nuclear de Corea del Norte, mientras que para los críticos, el cambio de política de seguridad viola la Constitución, que es de corte pacifista, e involucrará a Japón en las guerras lideradas por Estados Unidos.

El primer ministro nipón, Shinzo Abe, aceptó que la reforma militar "refuerza la alianza" de Tokio con Washington, ya que permitirá a ambos "ayudarse mutuamente en caso de emergencia". "Tokio y Washington compartirán a partir de ahora más información procedente de sus servicios de inteligencia sobre el programa militar y de misiles de Corea del Norte, entre otros temas", dijo.

Decenas de miles de personas se lanzaron ayer a las calles de Tokio para protestar contra las nuevas medidas militares con pancartas que decían "paren la guerra no la necesitamos, no maten a nadie", entre otras.

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Un 49.9 por ciento de los japoneses rechaza la modificación legislativa, mientras que un 39 por ciento está a favor, según una encuesta realizada por la agencia Kyodo.

La enmienda entró en vigor al tiempo que el Parlamento japonés aprobó un presupuesto histórico de 5.05 billones de yenes (unos 39 mil 727 millones de euros), para la defensa del país.

NUEVA BASE MILITAR

Además, hace tres días, inauguró una base militar en el Mar de China Oriental, muy cerca de Taiwán y las disputadas islas Senkaku, reclamadas por Tokio y Beijing, lo que le permitirá vigilar las actividades marítimas de China.

La unidad permanente, que se encuentra en isla de Yonaguni, la porción de tierra habitada más occidental del archipiélago nipón, unas mil 500 personas viven en ella, cuenta con 160 miembros de las Fuerzas niponas de Autodefensa (Ejército), que vigilarán embarcaciones y aviones.

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