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Fuerzas kurdas anuncian liberación de Raqa, Siria

Las fuerzas sirias con el apoyo estadounidense anunciaron la  liberación de la ciudad, aunque docenas de milicianos de ISIS se negaron a rendirse y  plantaron su última defensa en el estadio.

BEIRUT.- Las fuerzas de liderazgo kurdo y con apoyo estadounidense que combaten a ISIS en Siria anunciaron la toma del hospital de Raqa, que servía de cuartel general el grupo extremista en la que fuera su capital de facto.

El recinto era uno de los últimos fortines de la milicia radical en Raqa y funcionaba al mismo tiempo como hospital y como centro de mando.

La toma del hospital deja a los milicianos del grupo extremista arrinconados en torno al estadio municipal de la ciudad, convertido en una enorme prisión en la que encarcelaron a cualquiera que se opusiera a su brutal gobierno.

En la ofensiva al hospital murieron 22 miembros de ISIS, indicó Musafa Beli, portavoz de las Fuerzas Democráticas Sirias. Aún había combates con milicianos que se negaron a rendirse, señaló.

Bali negó los reportes del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña y que dijo que en la ciudad ya no quedaban milicianos de ISIS.

"El estadio es una estructura enorme con salas subterráneas y túneles. También hay edificios alrededor" que siguen bajo control del Estado Islámico, señaló. Los combates continúan "y no hay nada decisivo hoy".

Perder Raqa es un enorme golpe para la milicia extremista, que ha ido perdiendo territorio en Siria e Irak, como ocurrió hace dos meses con Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak.

El grupo declaró que la ciudad a orillas del Éufrates, que arrebató a otros rebeldes sirios a principios de 2014, sería la capital de su autoproclamado califato. Su ocupación convirtió una bulliciosa metrópoli en el epicentro de un régimen brutal, donde se decapitaba a los disidentes y se planificaban atentados terroristas.

Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) tomaron la "Plaza Paraíso", que los milicianos extremistas utilizaban para ejecuciones y decapitaciones, obligando a los vecinos a presenciarlas tras convocarlos con altavoces.

Allí se dejaban durante días los cuerpos y cabezas cortadas, colocadas sobre postes. Los vecinos describieron cómo se etiquetaban los cadáveres con los supuestos delitos de los fallecidos para que los viera la gente.

La plaza, antes conocida por su famosa heladería, no tardó en ser conocida como Plaza del Infierno, Jahim en árabe.

Con la captura del hospital se arrió la última bandera negra de ISIS en la ciudad, según la agencia kurda de noticias Hawar. Un video difundido por la agencia mostraba enfrentamientos en torno al edificio, que parecía cubierto de agujeros de balas y ennegrecido en parte por el fuego.

Un comandante kurdo dijo que los combates continuaban en torno al estadio el martes con "un pequeño grupo" de milicianos.

"Esperamos que no lleve mucho. Nuestro objetivo es despejar también el estadio hoy", dijo el comandante, bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar con la prensa.

El comandante dijo que no parecía haber civiles en el estadio o sus alrededores, pero que sus tropas iban con cuidado porque esperaban que ISIS hubiera colocado minas en el fortificado edificio. El lugar se ha utilizado como depósito de armas, una sede de seguridad y como una de las cárceles más grandes del Estado Islámico en su proclamado califato.

La batalla por Raqa comenzó en junio y se ha alargado ante la dura resistencia de los milicianos extremistas.

La ciudad ha sufrido graves daños en los combates, que han dejado la mayoría de sus edificios en ruinas.

 
   

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