MOSUL/BAGDAD.- Las fuerzas iraquíes respaldadas por Estados Unidos buscaban capturar en medio de un fuego cruzado los principales edificios de gobierno en Mosul, un objetivo importante en la ofensiva para desalojar a los militantes de ISIS de su bastión en el lado occidental de la ciudad.
Aterrorizados civiles huían de los combates, algunos hacia las posiciones ocupadas por las tropas iraquíes. Otros se vieron obligados a dirigirse a las zonas de la ciudad controladas por ISIS, profundizando la escasez de alimentos y agua en el lugar.
Las fuerzas iraquíes capturaron el lado oriental de Mosul en enero tras 100 días de combates y el 19 de febrero lanzaron un ataque contra los distritos que se encuentran al oeste del río Tigris.
Si las tropas gubernamentales derrotan a ISIS en Mosul pondrán fin al lado iraquí del autodenominado califato declarado en 2014 por el líder del grupo, Abu Bakr al-Baghdadi, en zonas del país y la vecina Siria.
Los militares estadounidense creen que las fuerzas iraquíes recobrarán tanto Mosul como Raqqa, la fortaleza siria del ISIS, en un plazo de seis meses.
"El consejo provincial y el edificio de la gobernación están dentro del alcance de las fuerzas de Respuesta Rápida", dijo a Reuters un oficial de las unidades de élite del Ministerio del Interior iraquí.
La captura de esos edificios ayudaría a las fuerzas iraquíes a atacar a los militantes en el cercano centro de la ciudad vieja y sería muy simbólico en términos de restaurar la autoridad estatal sobre la ciudad.
El Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas dijo el lunes que estaba extremadamente preocupado por la terrible situación humanitaria que enfrentan las familias en el oeste de Mosul.