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Firmas en Brasil guardan sueldos en secreto ante temores de secuestro

Cuatro años después de que el organismo regulador bursátil brasileño dispusiera la difusión de detalles sobre pagos, más de una tercera parte de las compañías más negociadas de ese país luchan contra la medida en juzgados.

Firmas en Brasil mantienen sueldo en secreto ante temores de secuestro.

Los máximos responsables ejecutivos brasileños se esfuerzan por mantener sus sueldos en secreto.

Compañías desde Embraer SA hasta Itaú Unibanco Holding SA y Vale SA, que cuentan con certificados de depósito de los Estados Unidos, no revelan cuánto pagan a sus más altos funcionarios, a diferencia de normas internacionales que rigen en países como Estados Unidos y Reino Unido.

Cuatro años después de que el organismo regulador bursátil, la CVM, dispusiera la difusión de detalles sobre los pagos, más de una tercera parte de las compañías más negociadas de Brasil se niega a hacerlo mientras se desarrolla un litigio judicial contra la decisión.

Los accionistas dicen que la información asegura que los máximos responsables no se asignen un pago excesivo en detrimento de los inversores, mientras que las empresas dicen que la norma viola la privacidad de los CEO y los pone en peligro de secuestros.

Citan el caso del presidente de BRF SA, Abilio Diniz, quien fue secuestrado durante tres días en 1989 cuando era ejecutivo de la cadena de supermercados Cia. Brasileira de Distribuição Grupo Pão de Açúcar, así como el intento frustrado de secuestro de tres hijos del multimillonario Jorge Paulo Lemann en momentos en que se dirigían a la escuela en 1999.

"En Brasil se es un idiota, un irresponsable o un exhibicionista si se dice cuánto se gana", dijo José Roberto de Castro Neves, el abogado que en 2010 presentó una demanda de restricción contra la decisión de la CVM en representación del Instituto Brasileño de Ejecutivos de Finanzas en Río de Janeiro.

"Algunos ejecutivos han tenido que cambiar de vida. En los suburbios de Estados Unidos ni siquiera cercan las casas. Aquí, en Brasil, vivimos en autos blindados, en otro entorno".

La firma de De Castro Neves, Ferro, Castro Neves, Daltro Gomide, argumentó ante la justicia y sostuvo que las compañías debían poder retener la información sobre sueldos. El litigio se desarrolla en una corte federal en Río de Janeiro.

"Por más sofisticados que puedan ser algunos grupos de delincuentes en Brasil, tengo mis serias dudas de que los secuestradores se dediquen a leer informes empresariales", dijo Cristiano Guerra, jefe de análisis para América Latina y los Estados Unidos de Institutional Shareholder Services Inc (ISS).

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