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Fábrica de Schindler estaría en venta

La fábrica de Oskar Schindler, donde el industrial checo-germano, espía y miembro del partido Nazi dio refugio mil 200 judíos allí al final de Segunda Guerra Mundial, sería vendida para montar una nueva compañía o museo del Holocausto.

La fábrica de Oskar Schindler se apresta a salir al mercado, y Blahoslav Kaspar sabe que será una venta difícil.

El alcalde de Brnenec, un poblado de mil 300 habitantes en la parte oriental de la República Checa, insiste en que el complejo en ruinas sería el lugar ideal para cualquier tipo de industria liviana. También sugiere que podría ser un museo del Holocausto.

La fábrica perteneció a Schindler, el industrial checo-germano, espía y miembro del partido Nazi que dio refugio a unos mil 200 judíos allí en los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial. Su historia fue retratada en la película de Steven Spielberg de 1993, "La Lista de Schindler", ganadora del premio Oscar de la Academia.

El complejo "tiene realmente potencial", dijo Kaspar, mirando el grupo de edificios abandonados desde la ventana de su oficina en un segundo piso situada en una pequeña colina que domina la fábrica. Reconoce que por ahora "es como Dresden después del bombardeo".

El complejo ha sido objeto de casi 100 juicios civiles y penales desde que quebró hace 10 años. Kaspar dice que esas disputas están a punto de resolverse, y que la ciudad lo ofrecería por una suma simbólica a un inversor con recursos suficientes para limpiarlo y crear empleos en esta ciudad que se encuentra 190 kilómetros al este de Praga.

En noviembre, un tribunal de Praga dictó un fallo preliminar que permitiría vender la propiedad, y Kaspar espera un dictamen definitivo esta primavera. Dijo que está en conversaciones con un grupo de inversión con posible acceso a fondos de la UE para reparación ambiental.


REFUGIO

Schindler, quien dirigía una fábrica de baterías de cocina en Cracovia reconvertida para la producción de armas, trasladó la planta y a sus trabajadores judíos a Brnenec en 1944 en tanto el Ejército Rojo soviético se acercaba a Polonia.

La planta de Brnenec, que originalmente, había sido una fábrica textil propiedad de una familia judía, fue entregada a Schindler gracias a sus vínculos con el Abwehr, es decir el servicio secreto nazi. Pudo evitar que muchos de sus empleados fueran enviados a Auschwitz diciendo al gobierno alemán que eran trabajadores calificados.

Después de la guerra, Schindler huyó de Checoslovaquia, donde era buscado como criminal de guerra debido a su pertenencia al Abwehr. Fue primero a Alemania y luego a Sudamérica, donde realizó una serie de negocios fallidos y terminó siendo respaldado por grupos judíos. En 1962, se plantó un árbol en su honor en Yad Vashem, el monumento del Holocausto en Israel.

La fábrica de Brnenec fue nacionalizada cuando los comunistas tomaron Checoslovaquia en 1948. La empresa textil, llamada Vitka, siguió siendo el principal empleador de la región hasta mediados de la década de 1990, cuando tropezó con la ruta al capitalismo emprendida por la República Checa. El hasta entonces exitoso proveedor de cubiertas no inflamables para los asientos del fabricante de autos Skoda y las líneas aéreas checas cambió varias veces de propietario en rápida sucesión y quebró en 2004.

En la actualidad, las maquinarias fueron robadas, las ventanas están rotas, y las puertas con fuertes remaches de la época de la Segunda Guerra Mundial fueron desmanteladas para llevárselas. Las tejas del techo destartalado dejan filtrar al interior la nieve y el agua. Y las tinturas para textiles y otras sustancias tóxicas volcadas en el terreno de la fábrica, cerca de la estación de ferrocarril y la escuela elemental de Brnenec, requerirán una reparación que según estimaciones del alcalde Kaspar, costará unos 40 millones de koruna (2 millones de dólares).

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