El gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) firmaron hoy en La Habana un nuevo Acuerdo de Paz y llamaron al pueblo colombiano a refrendarlo y
propiciar su aplicación lo antes posible.
Ante la presencia del canciller cubano Bruno Rodríguez, de los garantes de Cuba y Noruega y de representantes de los países acompañantes,
Venezuela y Chile, los jefes de las dos delegaciones suscribieron el nuevo texto, en el que se recogen la mayoría de los cambios, precisiones y aportes sugeridos por los sectores que votaron no en el plebiscito del 2 de octubre y por otros representantes de la sociedad
colombiana.
Al explicar el contenido del nuevo documento, Humberto de la Calle, quien ha encabezado desde un inicio la delegación del gobierno, precisó que luego del no del 2 de octubre se inició un amplio
proceso de consulta en el país y la reapertura de las negociaciones en la capital cubana, en un "esfuerzo genuino, leal, que nos permitió analizar todas las iniciativas".
"Este nuevo acuerdo demuestra que a pesar de las diferencias podemos llegar, a través del diálogo, a puntos de encuentro", precisó.
De la Calle enumeró algunos de los nuevos elementos incorporados al texto, como el hecho de que, durante la dejación de las armas, las Farc
presentará una relación de sus activos que serán destinados a la reparación de las víctimas.
Añadió que en el punto de la justicia transicional, el más cuestionado, se eliminaron los magistrados extranjeros y la idea de incluir esa legislación en la Constitución de la República, entre otros elementos.
Asimismo, De la Calle apuntó que si bien en el primer acuerdo la guerrilla se había comprometido a romper todo vínculo con el narcotráfico, ahora se añade que tanto las Farc como todos los
vinculados a ese fenómeno deben dar información que sirva para combatir tal flagelo.
En tanto, el jefe del equipo negociador de la insurgencia, Iván Márquez, admitió que el resultado del plebiscito del 2 de octubre produjo
un impacto que puso en serio riesgo cinco años de esfuerzos, "pero por fortuna la paz sigue su marcha irrefutable".
Dijo que las Farc ha cedido, "incluso extendiendo las fronteras de lo que nos habíamos trazado" hasta lo inimaginable, teniendo en cuenta –dijo-
"que somos una organización político-militar que no fue vencida por las armas".
Consideró Márquez que el nuevo acuerdo preserva el espíritu del primero y apuntó que se incorporaron la mayoría de las más de 400 sugerencias hechas.
Precisó en ese sentido que en el punto de la justicia transicional se incorporaron no menos del 65 por ciento de las propuestas de los que votaron no.
Tras señalar que el principal garante del nuevo acuerdo es el pueblo colombiano, Márquez aseguró que el único camino que queda ahora es la implementación del documento.
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