WASHINGTON.- El gobierno del presidente Barack Obama denunció el viernes el ingreso de un convoy ruso a Ucrania, que consideró la más reciente provocación de Moscú a lo largo de la inestable frontera oriental de la ex república soviética.
"Condenamos enérgicamente la violación —violación flagrante— de la soberanía de Ucrania, que atestiguamos hoy con el ingreso del convoy ruso a Ucrania", dijo Ben Rhodes, subasesor de seguridad nacional de Obama.
Rhodes agregó que Estados Unidos ha detectado el uso de artillería rusa en Ucrania en los últimos días.
De acuerdo con la Casa Blanca, Obama y la canciller alemana Angela Merkel hablaron por teléfono el viernes y coincidieron en que la presencia de soldados rusos en Ucrania, el aumento de efectivos de ese país a lo largo de la frontera ucraniana y el fuego de artillería rusa contra Ucrania representan un peligroso aumento de la tensión por parte de Moscú.
La Casa Blanca indicó que ambos líderes concordaron en que el convoy es otra provocación más de Moscú que viola la soberanía de Ucrania.
Obama y Merkel hablaron el viernes mientras el presidente estadounidense tomaba sus vacaciones en la isla de Martha's Vineyard.
Rhodes dijo que Rusia enfrentaría sanciones adicionales si no retira el convoy y añadió que Estados Unidos discutiría el asunto el viernes con sus aliados en el Consejo de Seguridad de la ONU.
En esa reunión a puerta cerrada y convocada de emergencia en la sede de la ONU, varios países reprendieron a Rusia por lo "que muchos llamaron una acción ilegal y unilateral de la Federación Rusa", explicó el embajador británico Mark Lyall Grant, presidente del Consejo, a los reporteros.
"Es una violación innegable y descarada a la soberanía ucraniana", denunció Lyall Grant. "No tiene nada que ver con humanitarismo. Este esfuerzo humanitario es coordinado por Naciones Unidas y si la Federación Rusa quería participar podría haberlo hecho de manera colectiva en vez de actual unilateralmente".