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Essa Hassan, primer refugiado sirio que llegará a México

Gracias al Proyecto Habesha, una iniciativa ciudadana, Essa Hassan que salió de Siria por la guerra, podrá continuar sus estudios de Ingeniería Social en México. 

CIUDAD DE MÉXICO.- Essa Hassan tenía miedo de ser reclutado por las fuerzas del régimen de Bashar el-Assad para cumplir con el servicio militar; esa fue la principal razón por la que decidió dejar su país.

En marzo de 2012, con solo 24 años, abandonó su tierra natal con destino a Tasucu, en Turquía. En los bolsillos llevaba apenas 450 dólares, sus dos libros favoritos y la esperanza de regresar a su país cuando la guerra acabe.

En ocho días Essa tocará tierras mexicanas para convertirse en el primer estudiante sirio refugiado en México que podrá continuar sus estudios universitarios de Ingeniería Social.

Hassan relató al Proyecto Habesha, iniciativa ciudadana por la que será posible su asilo en México, que en su último año de estudios fue testigo de la manera en que el régimen reprimía las manifestaciones estudiantiles: entraban a los dormitorios de los jóvenes por la noche para dividirlos en grupos afines o contrarios al régimen.

"Fue muy triste advertir la manera en que los agentes de seguridad animaban a algunos estudiantes a enfrentarse contra sus propios compañeros (…) siempre pienso en el momento en el que la guerra en Siria llegue a su fin. No quisiera regresar a mi país sin haber antes hecho algo fuera. Estoy convencido de que los valores de la preparación educativa aún existen y perdurarán por mucho tiempo". Cuenta Essa en su perfil.

El joven, que ahora tiene 26 años, permaneció en Taşucu dos meses y trabajó en un café hasta ahorrar lo suficiente para desplazarse a Líbano; donde llegó en junio de 2012. Ahí trabajó en un hotel por más de 12 horas al día y el descanso era una palabra que no existía para él.
Durante su estancia en Líbano conoció al padre del director de la organización Acción Contra el Hambre y tras trabajar un tiempo en la agrupación fue él quien convenció a Essa de irse a vivir a Roma con la ayuda de una carta de invitación para ingresar a Italia. En agosto de 2014 Essa ya estaba en la capital de los emperadores.

"Yo quería vivir en un lugar que no estuviera tan organizado y controlado como los sitios en los que viven los refugiados en Suecia. Si lo que necesitas lo recibes con tanta facilidad, nunca te vas a dar la oportunidad de reflexionar para encontrar soluciones", agrega el estudiante.

Luis Sámaro, vocero del programa que para noviembre traerá a 30 estudiantes sirios a México, explicó a El Financiero que esto no hubiera sido posible sin la ayuda de universidades privadas como la Iberoamericana, Panamericana, Tec de Monterrey y el Colegio de México, además de ONG´s internacionales que realizaron una lista de candidatos. A diferencia de Essa, la mayoría de sus connacionales en la iniciativa son estudiantes que se encuentran en campos de refugiados a las afueras de Jordania.

Una vez en México, recibirán cursos de orientación sobre la cultura nacional y serán canalizados a las familias que se ofrecieron para colaborar económicamente con sus estudios y fueron previamente evaluadas. Essa será recibido en Aguascalientes, estudiará en la Universidad Panamericana.

Por su talento con los idiomas, actualmente trabaja haciendo traducciones de documentales y no recibe ayuda de ninguna organización. Se enamoró del Proyecto Habesha porque está "en contra de las ideas asistencialistas que hacen que el problema perdure sólo porque se están resolviendo algunos de sus resultados. En este sentido, creo que el Proyecto es muy bueno, porque intenta resolver las causas y los resultados del problema al mismo tiempo."

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