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El Gobierno de Alemania presentó este miércoles el nuevo ajuste de su plan de contingencia con las medidas para hacer frente a la pandemia de COVID-19.
La canciller alemana, Angela Merkel, y los líderes de las 16 estados federados decidieron prolongar las restricciones impuestas desde mediados de marzo por lo menos hasta el próximo 3 de mayo, de acuerdo con DW.
Las medidas serán revisadas nuevamente el 20 de abril, señaló Merkel.
La vida pública y escolar se reanudaría partir del 4 de mayo, de manera escalonada.
Los pequeños comercios también reabrirán progresivamente a partir de esas fechas. Sin embargo, los eventos públicos, como conciertos o citas deportivas, así como reuniones de más de dos personas continuarán prohibidas hasta el 31 de agosto.
Merkel recomendó el uso "urgente" de mascarillas, especialmente en los autobuses, trenes y en diferentes negocios o supermercados. Los eventos importantes se cancelan hasta finales de agosto.
Hasta este miércoles, se han registrado 3 mil 254 muertes por el nuevo coronavirus y hay 127 mil 584 casos confirmados, según cifras de la OMS.
Desde el 23 de marzo, la economía más grande de Europa decretó estrictas medidas de distanciamiento social para enfrentar la crisis sanitaria, que hasta el momento ha registrado 125 mil 98 casos y 2 mil 969 fallecidos.
El número de nuevas infecciones en Alemania se ha reducido, pero Merkel advirtió que el país solo logró "un frágil éxito intermedio" y no tiene mucho espacio de maniobra.
Agregó que la prohibición de reuniones de más de dos personas en público y la obligación de mantener una distancia de 1.5 metros entre ellas, seguirán vigentes después del domingo 19 de abril, cuando inicialmente expirarían.
Las tiendas no esenciales, también cerradas desde hace casi cuatro semanas, podrán comenzar a reabrir con medidas de higiene, si tienen un tamaño de hasta 800 metros cuadrados. También lo podrán hacer las salas de exhibición de autos, talleres de bicicletas y librerías, independientemente de su tamaño.
Merkel dijo que las decisiones serán válidas hasta el 3 de mayo, y que las autoridades evaluarán la situación otra vez el 30 de abril.
Sigue sin estar claro cuándo podrán reabrir los bares, cafeterías y restaurantes, que también están cerrados, con excepción de entregas a domicilio. Las grandes reuniones no se permitirán hasta el 31 de agosto.
En Italia, que reportó una reducción de nuevas muertes, contagios e ingresos a terapia intensiva, amplió el confinamiento hasta el 3 de mayo, pero decidió la apertura de librerías y papelerías.
El gobierno del primer ministro Giuseppe Conte impuso el aislamiento en todo el país desde el 9 de marzo, pero ante la crítica situación sanitaria la prorrogó hasta el 3 de mayo, pero se permitió que algunos pequeños negocios abrieran antes.
El país anunció 578 nuevos muertos por COVID-19 en las últimas 24 horas, elevando el saldo a 21 mil 645 fallecidos; también se redujo el número de personas hospitalizadas.
En Corea del Sur, las elecciones parlamentarias se celebraron según lo previsto y ofrecieron una idea de lo que podría ser el futuro postconfinamiento, con los votantes depositando sus boletas bajo la atenta supervisión de trabajadores electorales con mascarillas y armados con termómetros y espray desinfectante.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó a los países que el levantamiento de la cuarentena, en más de la mitad de la población del planeta por el coronavirus COVID-19, sea en fases de dos semanas.
De acuerdo con su guía los permisos deben otorgarse de forma gradual y escalonada, con base en los riesgos epidemiológicos del coronavirus y los beneficios socioeconómicos.
"Los países que suavicen las restricciones impuestas para luchar contra la propagación del coronavirus deberían esperar al menos dos semanas para evaluar el impacto de tales cambios antes de aplicar nuevas relajaciones", dijo la OMS.
En tanto, la Unión Europea trabajaba para evitar una reducción caótica y posiblemente desastrosa de las restricciones introducidas para contener el contagio del nuevo coronavirus, pidiendo a sus 27 miembros que tuvieran cautela en su regreso a la normalidad y basaran sus medidas en las recomendaciones científicas.