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Escocia dice 'No' a la independencia

Con 31 de los 32 distritos electorales contabilizados, los partidarios de mantener la unión con Londres habían ganado con el 55% de los votos, mientras que los separatistas tenían el 45%.

EDIMBURGO.- Escocia rechazó la independencia en un referendo histórico que amenazaba con separar al Reino Unido, sembrar la confusión financiera y disminuir la influencia global de Gran Bretaña.

Una votación a favor de la unión de 307 años es un alivio para millones de británicos entre ellos el primer ministro, David Cameron, cuyo trabajo estaba en juego, así como sus aliados en todo el mundo que estaban inquietos ante la perspectiva de la separación del Reino Unido.

Con 31 de los 32 distritos electorales declarados, los partidarios de mantener la unión con Londres habían ganado el 55 por ciento de los votos, mientras que los separatistas tenían el 45 por ciento.

El primer ministro británico David Cameron hizo un reconocimiento al pueblo de Escocia que mantuvo al Reino Unido junto y afirmó que "hubiera roto mi corazón ver al país desintegrarse".

"Ahora es tiempo para nuestro Reino Unido de unirnos y avanzar. Una parte de eso es tener un acuerdo balanceado y justo para la gente de Escocia y para todos en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte", prometió el también líder del Partido Conservador en las afueras del número 10 Downing Street.

"El debate está resuelto para esta generación o como dijo el ministro principal de Escocia Alex Salmond, tal vez nunca más en la vida", habrá otro referéndum, señaló Cameron.

En Glasgow los vencedores aplaudieron, se besaron y bebieron vino en una fiesta, mientras que el líder nacionalista Alex Salmond reconoció su derrota frente a la imagen de una enorme bandera escocesa blanca y azul en Edimburgo.

"Escocia decidió por mayoría, en esta etapa, no convertirse en un país independiente. Acepto el veredicto de la gente y hago un llamamiento a toda Escocia a seguir su ejemplo al aceptar el veredicto democrático del pueblo de Escocia", dijo Salmond.

Salmond también advirtió a los políticos británicos en Londres que deben respetar su promesa de última hora de ofrecer más poderes para Escocia.

"Escocia esperará que estos (compromisos) sean honrados de manera rápida", dijo antes de alejarse del escenario.

Al conocerse el resultado del referendo, la libra esterlina se apreció fuertemente contra al dólar y el euro, mientras que los precios de las acciones parecían encaminados a abrir con un alza en un repunte inspirado por el alivio.

La campaña por la independencia energizó al país de 5,3 millones, pero también dividió a amigos y familias desde las remotas islas escocesas del Atlántico hasta los barrios de clase obrera de Glasgow.

Aunque los nacionalistas ganaron en la mayor ciudad de Escocia, Glasgow, no pudieron estar a la altura de los sondeos de opinión previos a la votación que pronosticaron que el destino del Reino Unido se balanceaba en el filo de la navaja.

Las encuestas que mostraron un aumento del apoyo a la opción separatista en las últimas dos semanas llevaron a Gran Bretaña a prometer más poderes a Escocia, una medidas que ha enfurecido a algunos legisladores británicos en Westminster.

"Hemos elegido la unidad sobre la división, y el cambio positivo en lugar de la separación innecesaria", dijo Alistair Darling, responsable de la campaña "Better Together" y un ex ministro de Finanzas británico.

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