La ‘receta’ de Hillary Clinton contra una nueva crisis financiera en EU

La aspirante demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton, presentó este jueves un plan estratégico para "poner orden" en Wall Street y blindar la economía para evitar una nueva crisis financiera.

En su columna publicada en Bloomberg, Clinton afirma que a siete años de la crisis financiera, y a pesar de la implementación de nuevas reglas por parte del presidente Barack Obama, aún existen riesgos en el sistema financiero estadounidense que podrían causar otra crisis.

Los bancos han pagado miles de millones de dólares en multas, pero pocos ejecutivos han sido señalados y procesados como responsables, detalla; además, asegura que actualmente las instancias reguladoras no poseen todas las herramientas y el apoyo que necesitan para proteger la economía.

"Antes de que estallara la crisis, como senadora de Nueva York, hice un llamado para hacer frente a los riesgos de los derivados, tomar medidas enérgicas contra el abuso de las hipotecas de alto riesgo y la mejora de la supervisión financiera… Desafortunadamente, el gobierno de Bush y los republicanos en el Congreso ignoraron este llamado y no hubo una reforma".

Como resultado, 9 millones de estadounidenses perdieron su empleo, l5 millones de familias abandonaron sus hogares y se perdieron más de 13 billones de dólares de la riqueza de los hogares

Para evitar caer en una nueva crisis, la aspirante a la Casa Blanca propone cinco acciones concretas:

Las personas que cometen delitos financieros graves deben enfrentar consecuencias graves, incluyendo grandes multas, inhabilitación de trabajo en la industria e incluso prisión, establece Clinton. Por ello, en caso de llegar a la presidencia afirmó que buscará extender el plazo de prescripción para los grandes delitos financieros, mejorar recompensas a denunciantes, y aumentar los recursos para el Departamento de Justicia y la Comisión de Bolsa y de Valores responsable de investigar y procesar a los individuos.

En el caso de los ejecutivos financieros que sean sorprendidos realizando malas prácticas por parte de sus subordinados, deberán perder sus bonos y en algunos casos, sus puestos de trabajo.

La Ley Glass-Steagall –también llamada ‘Banking Act’- entró en vigor en 1933 para controlar la especulación separando la banca tradicional de la bolsa de valores. Fue eliminada por Bill Clinton y retomada por Barack Obama en 2010.

La aspirante demócrata a la presidencia afirmó que buscará trabajar con el Congreso y los reguladores independientes para controlar la complejidad y el grado de riesgo de las principales instituciones financieras. También impulsará la aprobación de una ley Glass-Steagall actualizada, separando la banca comercial y de inversión, para reducir el tamaño de los bancos y el riesgo de un rescate de los contribuyentes.

Además, Clinton propondría una nueva tasa sobre el riesgo de que desalentaría el tipo de apalancamiento excesivo y el endeudamiento a corto plazo que podría desatar una nueva crisis; así como dar a los reguladores la autoridad que necesitan para reorganizar, reducir su tamaño o incluso romper cualquier institución financiera que sea demasiado grande y arriesga para gestionar con eficacia.

Hillary Clinton aseguró que impulsará con mayor fuerza la supervisión del sector "bancario en la sombra", que incluye ciertas actividades de los fondos de cobertura, bancos de inversión y otras compañías financieras no bancarias. Con ello, se evitarían "sorpresas" ya que muchas de las firmas en el corazón de la crisis en 2008 no fueron bancos tradicionales.

La demócrata estableció como cuarto punto de su estrategia el imponer un impuesto sobre el comercio de alta frecuencia que hace que los mercados sean menos estables y menos justos. Además se buscará reformar las reglas que gobiernan los mercados de valores para garantizar la igualdad de acceso a la información, aumentar la transparencia y reducir al mínimo los conflictos de intereses.

La Ley Dodd-Frank de reforma financiera y de protección de los consumidores -debe su nombre al congresista Frank y al senador Dodd- fue refrendada por el presidente Barack Obama en 2010. Busca devolver a los inversores la confianza en la integridad del sistema financiero.

"Voy a vetar cualquier legislación que debilite la ley Dodd-Frank... No podemos volver a los tiempos en los que Wall Street escribía sus propias reglas", advirtió Clinton.

La defensa de la ley Dodd-Frank se mantendrá en la medida que facilite la carga sobre los bancos de la comunidad por lo que son capaces de prestar responsablemente a las familias trabajadoras y pequeños negocios que conocen y confían, señala en su artículo y concluye que se deben "derrotar los intentos republicanos para destripar la Oficina de Protección Financiera al Consumidor".